Entonces, nos pareció que no molestaría pasarnos unos días a orilla del lago navegable más alto de la Tierra, y en la zona de altitud media más alta, 5,6 kilómetros sobre el nivel del mar, de toda América, conformada por la Cordillera boliviana cerca del lago - si bien son estas abstracciones totalmente inexistentes para los viajeros: el lago podría encontrarse al nivel mismo del mar que no se vería diferencia alguna; y, a pesar de las estadísticas de altitud media - seguramente ciertas en el papel - nosotros no estamos ni menos ni más alto que estuvimos ya durante mucho tiempo en el Perú, porque los picos de más de 6.000 metros que inflan la estadística de la altitud media no nos conciernen en absoluto.
Y ciertamente no molestó quedarnos aquí. Hoy, 11 de febrero, estamos todavía aquí, trabajando duro en condiciones de encanto difícilmente igualables.
Lamentablemente, el mundo siguió, mientras tanto, su curso y está por arrastrarnos con él. Dentro de una semana, será el Carnaval, quiere decir varios días de desarticulación total de la vida habitual. No queremos encontrarnos en La Paz para entonces. De manera que, si bien nos gustaría quedarnos aquí un poco más, hasta terminar todo lo atrasado de nuestros trabajos de escritorio, tendríamos, a pesar nuestro, que salir mañana.
Pero otras desarticulaciones ya estremecen el mundo boliviano, y no sabemos si podremos salir mañana: hoy, empezó una huelga general en todo el país y no se sabe si es para un día o por tiempo indefinido.
Queríamos conocer por experiencia propia los varios aspectos de América, pues aquí lo tenemos. Hasta ahora, las convulsiones de la política y de la economía bolivianas eran solamente noticias, pero ahora estamos envueltos en los acontecimientos y nuestros actos y movimientos serán condicionados por sus consecuencias.
Y ¿por qué esta reprobación popular? Se entiende perfectamente, con cifras así de sorprendentes: el sábado, mientras estábamos mirando la procesión, el gobierno anunció una devaluación del peso boliviano de 400/oo, con un aumento de los salarios de tan sólo 300/oo, todo ello coronado por un aumento sextuple del precio de la nafta, de manera que, mientras que hasta ahora la nafta boliviana era 15,85 veces más barata que en Vespuccia y 28,40 veces más barata que en Panamá, ahora, será solamente 2,64 veces más barata que en Vespuccia y sólo 4,73 veces más barata que en Panamá - mientras no cambie el precio del dólar en el mercado negro - que no será más tarde que mañana, ya que va cambiando todos los días. Naturalmente, habría que ver cómo son los sueldos bolivianos.
Así que, en última instancia, si saldremos hacia La Paz mañana no depende de nuestros deseos sino de la duración de la huelga. Por la duda, nos vamos a poner al día con algunas anotaciones.
Bueno, no hay tanto apuro. Recién nos enteramos de que la huelga va a seguir, por lo menos mañana, cuando las varias entidades en huelga tomarán decisiones >>>>>>>>