cerrada con portones y rejas; seguro que querrán cobrar entrada.
••/ Por otra parte, descubrimos que el Perú hace competencia a Vespuccia. Mientras creíamos que los Vespuccianos son los únicos en confundir conceptos, hablando de "té de yerbas" en vez de infusión de yerbas, descubrimos que los Peruanos hacen lo propio, o mejor dicho impropio, hablando de "mate de coca", en vez de infusión de coca.
En otro orden de cosas, hay grandes preparativos para recibir al Papa. Nos preguntamos cómo se sentirá el Papa aquí, en esta capital imperial del Tahuantinsuyo vandalizada, saqueada, destruida, bajo la sombra y bendición de la cruz cristiana. Quizás hubiese sido más delicado quedarse en Lima.
\cs/ Y ahora, hacia el lago Titicaca, y probablemente hacia Bolivia.
FIN
Después de haber visto los países latinos que ya visitamos, especialmente los andinos, y más especialmente el Perú, nos preguntamos con gran curiosidad cómo serán los países por venir, especialmente el Paraguay y la Argentina.
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En un día y medio - por un camino que ya no es necesario describir después de casi cuatro meses en el Perú, y por un altiplano siempre alrededor de los 4.000 metros, con una máxima de 4.314 metros - llegamos al pueblo de Ayaviri.
¿Cómo sabemos los exactos 4.314 metros? Porque precisamente en ese punto más alto de la comarca, hay una estación experimental de la Universitad de los Andes, y tan distinguida institución no podía tener una altitud sobre el nivel medio del mar menos exacta. Según charlamos, trata de encontrar mejores maneras de criar llamas y alpacas; no trata de domesticar la vicuña.
En esta zona, otra vez nos encontramos con el fantasma de relatos de la presencia, ni definitivamente irrefutable ni definitivamente refutable, de Patagones, Sasquaches, Monos Grandes, como se los quiera llamar.
La fundamentación habitual de tales relatos es ya sea avistamiento de la criatura, o descubrimiento de sus huellas, o las dos cosas. Aquí, al norte del lago Titicaca, la fundamentación es dos casos de avistamientos.
Ante cada uno y todos estos fantasmas de existencia, nos surge siempre el mismo dilema: cuán susceptibles a fabricación son las huellas y cuán susceptibles a fabricación u honesta ilusión son los avistamientos; y sin >>>>>>>>