- Viviendas, asignadas según tamaño de la familia.
- Casamientos, con visto bueno estatal; podían ser ya sea en monogamia o poligamia, según recursos financieros.
- Viajes, sin permiso, no.
/\/\ Así era el imperio de los incas; acaso, más que un tema del pasado en los Andes, una visión del futuro en todo el planeta.
La clave de los incas para lograr lo que lograron a pesar de la implacable insuficiencia de recursos naturales fue la drástica organización que implantaron. Cuando la humanidad haya proliferado al punto que ninguna nueva revolución tecnológica la salvará porque habrá más bocas sedientes que agua disponible, ¿no será una drástica organización incaica la única posibilidad?
/\/\ Fue en esta capital del Tahuantinsuyo de los incas que, en noviembre de 1533, el 15 de noviembre, apareció, proveniente de Cajamarca, Francisco Pizarro con sus bandoleros. Los Cusqueños, fieles súbditos del legítimo inca Huáscar vencido por el discutible inca Atahualpa, pensaron que Pizarro venía mandado por Huirajrocha para salvarlos - e inclusive, al enterarse del asesinato de Atabalipa, aclamaron a Pizarro como verdugo de un traidor. No sabían qué les esperaba.
Les esperaba el saqueo de su ciudad, su propia subyugación y la aniquilación de su mundo. Parece que una cosa que los bandidos castellanos no pudieron robar fue los adornos de oro de las puertas del templo del Sol, por la simple razón de que, según parece, ya habían sido arrancados como parte del rescate de Atabalipa en Caxamarca. Más destrucción iría a sufrir el Cusco durante la rebelión anti-española de 1536.
/\/\ Parece una tan apropiada evocación fúnebre de esta sucesión de acontecimientos, el primer verso de una larga elegía quechua sobre la alevosa muerte de Atahualpa y el ocaso del Tahuantinsuyo:
¿Qué arco iris es este negro arco iris ...
Qué más expresiva, desgarradora, imagen.
/\/\ En cierta manera, los Españoles continuaron la tarea de los incas: unificación de idioma, de religión, de administración.
Para los ex-Tahuantinsuyenses, tan sólo fue un cambio de amo; salvo que, bajo los incas, las obligaciones, si bien muchas, y la justicia, si bien rigurosa, eran valores conocidos y estables, mientras que, bajo los invasores, los requerimientos no tenían límite, y la justicia era para la minoría. Según historiadores, si bien los incas eran monarcas más absolutos que cualquier rey de España, bajo los incas, los habitantes estaban a cubierto de opresión y miseria; no así bajo los Españoles de América - con los cuales no hay que >>>>>>>>