colores como azul, y también salpicadas de varios colores, como rosa, verde claro; y así es que hoy vimos, por primera vez, una langosta toda colorada - y sin embargo viva, no cocida.
Así son estas extrañas criaturas que, de sus cantidades tan multitudinarias antaño que servían de abono, fueron reducidas a costosas delicias gastronómicas en permanente peligro de extinción.
Aquí mismo, frente al criadero de Homarus Americanus, vamos a pernoctar - con la autorización muy amable de la policía local: el criadero es estatal.
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Esta mañana, otra vez en tierra firme. Viajando; hacia el norte, siempre. Hacia el misterio de un petroglifo que, según sabemos, es un caso de confusión porque durante mucho tiempo - en el siglo XVIII - se sostuvo que las inscripciones eran de origen fenicio, y luego durante mucho tiempo - en el siglo XIX - se sostuvo que eran de origen vikingo, mientras que, en tiempos más recientes, hubo opiniones de que estas inscripciones son simplemente portuguesas, dándoles incluso una fecha: 1511; y si esas inscripciones son realmente portuguesas, no se entiende cómo pudo suceder que nadie haya visto de entrada que eran tales, y que haya habido gente sosteniendo que eran fenicias o vikingas. Bueno, veremos.
La carretera, muy buena, con poco tráfico. Qué bendición.
Pero - también estamos pensando que hoy, quizás, podríamos tomar el día para quedarnos en un lugar y arreglar ciertas cosas adentro de nuestro vehículo de acuerdo a la experiencia que vamos adquiriendo.
El paisaje va cambiando poco a poco o, mejor dicho, la vegetación va cambiando poco a poco: por una parte, si bien todavía hay muchos árboles de hojas caedizas, se nota ahora cada vez más la presencia de coníferos; por otra parte, las hojas caedizas, si bien todavía tienen los mismos hermosos colores que tenían, ya son más ralas - ya hay árboles parcialmente y hasta totalmente pelados.
También se va notando un cambio en el aire, por la mezcla de dos hechos: el invierno se está aproximando cada vez más, y nosotros estamos llegando cada vez más al norte. Como consecuencia, ya empieza a haber heladas de madrugada.
Justamente, en el momento preciso de mencionar las heladas matutinas, fuimos deslumbrados por un espectáculo muy especial, muy hermoso, a orilla del camino - tuvimos que detenernos para absorberlo en detalle; cada hoja, cada tallo de un manchón de vegetación, individualmente embutido en hielo, envuelto en su >>>>>>>>