desparejo en nitidez; por una parte, por la interferencia en ciertos geoglifos de otras líneas, que no les pertenecen; y por otra parte, por la dilapidación - que es la palabra exacta, según se verá - de otros geoglifos; de manera que el observador no se puede dejar llevar por una admiración visual global sino que tiene que serpentear en una admiración selectiva.

Ah pero, la visión conceptual. No es que tengamos siquiera una chispita de novedad en cuanto al misterio permeando los geoglifos, pero el misterio nos es menos fantasmal que cuando emana de los estereotipos habitualmente repetidos al respecto, y se nos volvió más humano, si es que lo dicho tiene algún significado.

He aquí el mosaico de apreciaciones de interés que metamorfoseó lo fantasmal en humano.

>  Tan importante como la existencia misma de las líneas biomorfas, o sea de las líneas no-geométricas, es que no son dibujos como se concibe implícitamente que un dibujo sea - como una libre combinación de múltiples trazos para conjurar la representación gráfica que se quiere lograr - sino que son dibujos, debajo de una complexidad a veces fenomenal, ejecutados de un solo tirón, sin interrumpirse jamás ni cruzarse a sí mismo jamás.

Con pico tan largo, ¿qué pájaro será?

>  Más importante que el mega-tamaño es que este trazo - de un solo tirón y retorcido sobre sí mismo, pero sin cruzarse jamás - tiene dos extremidades, sus dos extremidades terminando en nada, como si fueran, respectivamente, una, la entrada a, y una, la salida de, lo que, en esencia, es un laberinto en la forma de algo biomorfo.

Otro dibujo

Por ejemplo, como ilustración de estos dos puntos, un geoglifo de árbol a menudo ignorado en los panegíricos de las Líneas; árbol complejo, con raíces, tronco y nutrida ramada, glifo de un solo trazo, y con sus dos orificios de comunicación con el mundo exterior - ¿o habrá sido para dar paso a cortejos por un laberinto ceremonial? - un tal orificio, al principio de la primera raíz, de un lado del tronco, y un orificio, al final de la última rama, del otro lado del tronco.

Por ejemplo, como otra ilustración de los dos puntos anteriores, un geoglifo de pájaro ignorado frecuentemente por los panegiristas de las Líneas, llamado buitre - no se sabe por qué, porque podría ser cualquiera de varios otros pájaros; pájaro y glifo con la mucho más notable característica de plumaje espeluznado, y por lo tanto de una línea de un solo tirón increíblemente retorcida, pero, aun así, sin cruzamientos, atestiguando >>>>>>>> >>>>>>>>