Apenas detuvimos la marcha en el medio del caserío, nos vimos abordados, como suele ocurrir, por un nutrido grupo de lugareños.
Les preguntamos por las piedras, y todos en coro estuvieron de acuerdo, que estas piedras las tallan varios artesanos del pueblo: fulano, por este lado, mengano por el otro, y varios más; que no, que no hay piedras talladas que se saquen de una cueva; que sí, que las piedras en bruto se sacan de una cueva, pero luego las tallan aquí.
Fuimos a ver dos artesanos, mejor dicho una artesana y luego un artesano.
<> La mujer nos dijo que sí, que tallaba para Cabrera a pedido, según lo que él deseaba; pero la muestra de incisiones que ella nos enseñó era totalmente diferente de, y muy inferior a, las incisiones de las piedras que vimos en Ica.
<> El artesano nos mostró varias piedras de una factura muy idéntica a las piedras de Ica, pero con menos prolijidad - como hechas a la corrida, o quizás, como descarte de piedras defectuosas. Le preguntamos si podía tallar una piedra para nosotros. Con toda convicción declaró que no, que él no tallaba piedras, que las piedras que nos mostraba eran piedras auténticas sacadas de una huaca, salvo que, ahora, estaban limpiadas, y contrastadas con una pasta negra.
Regresamos al centro del caserío.
Otra vez hablamos con unas gentes. Les contamos lo que nos había declarado el artesano; y todos se rieron, que sí, que él tallaba las piedras. Sin embargo, uno de los presentes enunció tímidamente que hubo un tiempo cuando algunas piedras se habían encontrado ya con incisiones, en una cueva - pero lo dijo de la manera incierta de la gente que no tiene claridad de pensamiento y de comunicación.
Otro enredo. Por una parte, podría ser que cierta gente diga que talla las piedras para no decir que las huaquea, para no tener problemas con la policía. Por otra parte, podría ser que la gente diga que las huaquea cuando en realidad las talla, para poder sacar más dinero. Habría que quedarse aquí una semana para ganar confianza y enterarse realmente de algo. No es ello dentro de la estructura de esta Expedición.
De todos modos, ya sea como verdad o como ficción, fue para nosotros una fascinación estar inmersos en el mundo fabuloso de los gliptoglifos del Dr. Cabrera.
Y ahora, urgentemente hacia nuestra próxima meta, las famosas líneas de Nasca; para llegar a tiempo hoy, para, tal vez, apalabrar un vuelo por sobre las líneas mañana al amanecer, ya que es conocido que, siendo todo esto un >>>>>>>>