español english français česky


. .
*

Esta mañana, hablamos una segunda vez con el Dr. Cabrera y su asistente. Naturalmente, como no podía faltar, hubo algunas afirmaciones estupendas adicionales.

He aquí el resumen de lo que escuchamos ayer y hoy. Si es cierto, es fascinante como verdad; si no es cierto, es fascinante como fantasía.

Fue por la pura casualidad de un pisapapel como obsequio que una de estas piedras llegó a las manos y atención del médico. Pero cuando la vio, y cuando la tocó - o sea cuando vio el pez desconocido grabado en la piedra, y cuando se dio cuenta de que la piedra pesaba más de lo habitual para su tamaño - sintió que tenía la única oportunidad y el deber ineludible de investigar la piedra.

Así se enteró de que provenía de unos huaqueros quienes habían descubierto, años antes, en la cercanía del caserío de Ocucaje, a escasos kilómetros al sur de Ica, una cueva con un depósito de miles de tales piedras. El médico se puso en contacto con los huaqueros y, desde entonces, hace dieciocho años ya, estuvo coleccionando las piedras por millares y decenas de millares, analizándolas y descubriendo poco a poco conocimientos fantásticos, más allá de los conocimientos presentes de esta humanidad. Porque, nos dijo, las incisiones en las piedras no son simples dibujos, sino que son ideogramas.

Las piedras no le dijeron al médico cuándo fueron hechas; para ello tuvo que recurrir a tres análisis científicos.

. Uno, por un laboratorio geológico peruano, según el cual las piedras están envueltas por una fina pátina de oxidación natural que cubre por igual tanto la superficie de las piedras como las incisiones de los grabados, excluyendo la posibilidad de alguna fabricación reciente.

.. Otro, por un laboratorio en la Universidad de Bonn, confirmando la presencia de oxidación natural inclusive en las incisiones de los grabados, pero con la aclaración de que ello, si bien indica antigüedad, no permite cuantificar la antigüedad.

... El último, por un ilustre científico, vinculado, por otra parte, con la administración vespucciana del espacio, quien, en un estudio microfotográfico y micromineralógico, vio no solamente la oxidación en las incisiones sino también, como prueba incontestable de antigüedad de los tallados, microorganismos fosilizados en dicha pátina de oxidación; y quien, por análisis de termoluminiscencia de dichos fósiles, les dio una antigüedad en los millones de años.