También pudimos admirar una fascinante muestra del múltiple arte de tejer - y, en ciertos casos, habría que decir de entretejer - desarrollado en la península de Paracas:

… una red de pescar gruesa, de tiras de piel de lobo marino;
… una red de pescar mediana, de simples hilos de algodón;
… una red de  pescar  finísima, como telaraña, de pelo  humano,
  de 4.400 años de antigüedad, mayor que Cavernas y Necrópolis;
… un petate de carrizo entrelazado con junco;
… un tejido de fibras de cactus torcidas y entrelazadas;
… tejidos de fibras de junco, de totora;
… también, una tela de lana de alpaca;
… y, naturalmente, telas de algodón;
… una estera de junco, fechada entre 5000 y 9000 a.C.;
… una esterillada de fibras de cacto, de la misma época;
… un petate  de caña  de bambú entrelazada con tiras de piel de
  lobo marino,de 4.400 años de antigüedad;
… también una tela que mejor se puede describir como puntilla;
… finalmente, no es de extrañarse que dicho arte de entretejer
  también fue utilizado en ... cestería.

Las telas de Paracas-Necrópolis son entre las mejores telas arqueológicas de la Tierra, en dibujos y colores.

Muy, muy interesante, este museo. Seguramente mucho más que cualquier cosa que se encuentra ahora re-sepultada debajo de las arenas corredizas. Por otra parte, lo que pudiera haber todavía sepultado, o sea hasta ahora no descubierto, no se sabe.

Y ahora, hacia otra atracción en esta península desértica, atracción que ni se sabe si es arqueológica o no: un gran y misterioso dibujo excavado en una ladera frente al mar, del otro lado de la península.

Hay un viento fortísimo. La península es de verdad puro desierto; un desierto un poco diferente - con una capa superficial, casi sin espesor, de arena dorada tan fina que es más bien polvo dorado, sobre una base subyacente ocre, siendo esta diferenciación por color el resultado de la diferenciación por peso por la acción eólica.  Ondulaciones alisadas son la topografía.

Ahí está el enigma.

Sí, es un dibujo cavado en una ladera frente al mar. Y sí, es grande. Ciertamente más de cien metros de largo, o sea de alto por la ladera, y casi cien metros transversalmente. Y no es del tipo garabato sino que tiene equilibrio general e interés pormenorizado, estéticos.

Y con eso termina lo fácil. Empieza lo dudoso, con opiniones ad hoc; y lo enigmático, con teorías ad hoc.