> Vimos artículos de bisutería en piedra y en concha; también, artículos de hueso; algunos, de tallado tan rebuscado como el tallado de las estatuas de Copán.
> Vimos otra manta de Paracas; pero de una estructura decorativa totalmente diferente, dándoles así una nueva perspectiva a los mantos vistos y admirados anteriormente. En este caso, en vez de tener el motivo decorativo reproducido muchas veces en sendos rectángulos sueltos, cosidos éstos en hileras alternadas en un fondo textil, esta manta tiene su motivo decorativo rectangular repetido muchas veces lado a lado en lo que viene a formar una cinta, la que, a su vez, está cosida en líneas paralelas en un fondo textil, con un efecto totalmente diferente de los rectángulos alternados. Empero, dentro de los motivos, sigue el mismo sistema de pequeños cambios de colores, de rectángulo a rectángulo.
> Vimos varios pectorales; grandes y completos; uno, de turquesa, otro, de oro, y otro, de una combinación de caracol rebanado y de turquesa.
> Finalmente, vimos un tocado ceremonial, o una corona si se quiere, de oro, que es muy fácil representarse en la cabeza de un dignatario.
> Ah, y también hay el apartado de los ceramios eróticos, cuidadosamente metido en un edificio separado; bastante aburrido, salvo las piezas en forma de mujeres aparentemente arrodilladas y rezando pero en realidad representando cosas muy diferentes.
En el vecindario de este museo Larco Herrera, sentimos, otra vez, que sería mejor dejar el coche vigilado, y nos pudimos arreglar, otra vez, con un empleado del museo.
\LM/ Fuimos al museo del Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición, tribunal >>>>>que funcionó en Lima desde 1569 durante, increíblemente, dos siglos y medio, hasta 1820, a manos de los Dominicos, tendiendo una nube de terror e incertidumbre sobre generaciones y generaciones de seres humanos.
Del edificio y de las instalaciones originales nada queda salvo la sala del tribunal donde se juzgaba a los inculpados de desviación de las normas cristianas; de dicha sala, lo único de interés es el cielorraso, con muchas vigas y decoraciones, hecho de 30.000 piezas desarmables ensambladas sin clavos, todo, de estilo barroco.
En otra parte del solar, se sacó el piso de algunas habitaciones del edificio más reciente para destapar algunas de las fundaciones del edificio colonial; pero estas fundaciones son tan insignificantes como aquellas excavadas en el edificio de la cámara del rescate en Cajamarca.
Sobre parte de las fundaciones destapadas, se erigió re-creaciones de varias de las torturas utilizadas para mantener almas sospechosas en el benévolo >>>>>>>>