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(>  En cuanto al cómo de la cultura chavín.

Opinión I. Chavín es la cultura más antigua - lo que no significa la ocupación humana más antigua - identificable del Perú. Parece ser una de las raíces de muchas de las demás culturas peruanas (salinar, gallinazo, mochica, chimú; paracas, nazca; chachapoya; ¿e inca?).

Opinión II. No es una cultura antigua original creadora sino solamente un nexo relativamente reciente de comunicación y peregrinaje entre la costa, la cordillera y la selva, habiendo sido así el receptor y resultado, y no el originador, de influencias culturales.  En dos variaciones contradictorias.

Variación I. Hubo más influencias culturales de las sierras [incluyendo Chavín] sobre la costa que de la costa sobre las sierras.

Variación II. Muy bien puede ser que por lo menos dos culturas serranas, Chavín y Tiahuanaco, hayan empezado en la costa.

Así nos enriquecimos con Chavín - a más de un interesante vestigio de una fina cultura, una acumulación de preguntas sin respuestas, como una novela de misterio sin su última página, donde la duda quedará sin resolver para siempre.

Lo que nos trae incidentalmente a la mente la idea de que los prolíficos autores de novelas de misterio pensaron en todo - menos en una cosa: en terminar algunas de sus novelas de esta manera, sin la última página, sin desatar el nudo de misterios para la satisfacción del lector: con esta alternativa, al leer cada una de sus novelas, el lector no sabría, como sabe ahora, que todo es un juego no más, que finalmente la verdad saldrá a la luz en la última página; y con esta duda - si sí o si no saldrá la verdad - la lectura de la novela sería de mucho más suspenso.

♦►  Durante nuestra salida de regreso desde Chavín al túnel por la cresta de la cordería Blanca, nos vimos perseguidos por la amenaza de una nubosidad cada vez más negra y cada vez más extensa como si fuera el dios de los Chavines, enojado por nuestra estadía demasiado larga o por nuestras incursiones demasiado osadas, echándonos.



Saliendo de Chavín, encontramos este rebaño recalcitrante

Reestablecimos contacto con el asfalto en el pueblo de Catac justo en el momento oportuno para la noche, pero el lugar no nos pareció muy convincente; entre otras cosas, vimos una escuela rodeada por altísimos muros de ladrillos, material rarísimo en estas partes, y coronados por una protección adicional de botellas rotas, puntas para arriba, en una base de cemento; si la gente misma de este pueblo juzgaba necesario proteger una escuela contra vandalismo o robo, no era esto un lugar para nosotros; de modo que, si bien nuestros próximos pasos serán hacia el sur, decidimos regresar diez kilómetros hacia el norte, al pueblo de Recuay, donde hay un puesto de policía, donde estamos, >>>>>>>>