Con todas las inexactitudes que vemos en muchas partes, no nos extrañaría que más cercano a correcto fuera el altímetro nuestro.
Por el cartel, también nos enteramos de que la longitud del túnel es de 480 metros. Esperamos que habrán sabido medir esto correctamente.
Salió un hombre de la obscuridad. No, no tienen un desperfecto del automotor; están subsanando desperfectos en el túnel, debidos a filtraciones de agua. Pero "en un ratito, no más" darán paso, "quizás una hora, más o menos". Sí, un ratito no más, le dijimos con velada ironía.
Ya está. Hemos transitado por el túnel por dentro de la cresta de la montaña, y estamos bajando por el otro lado de la cordería Blanca - que, hay que aclarar, aquí, está totalmente negra; también estaba negra cuando la subíamos por el otro lado. La espera duró sólo unos 20 minutos.
Este túnel resulta ser una buena réplica de los túneles del Cañón del Pato, con el atractivo detalle adicional de estar adornado de estalactitas de hielo colgando en racimos en los más diversos lugares, resplandeciendo en la luz de nuestros faros.
En esta faz de la cordería, hay algunas construcciones, en contraste con ninguna del otro lado; a veces, ranchitos de muros de adobe y techo de la paja larga del páramo, a veces, simples cúpulas o hemisferios hechos enteramente de la misma paja, y corrales de piedras.
Debe de haber bastante turistas y otras vacas gordas transitando por este camino - si bien, por lo que vimos hasta ahora, el tráfico es escasísimo - si no, no existiría la industria del sombrero invertido.
/ Primero, notamos un chiquillo apenas visible al borde del camino, parado con >>los dos brazos extendidos hacia adelante, teniendo un sombrero invertido.
/ Al rato, vimos otro chiquillo en la misma exacta posición.
/ Luego, otro; y éste nos dio una sorpresa porque, después de que hayamos >>doblado una de las tantas curvas en aguja, vimos al mismo chiquillo, en la >>misma posición, como una estatua cambiada de sitio, esperándonos con sus dos >>brazos extendidos y el sombrero invertido - después de haber cortado camino >>por la ladera mientras nosotros dábamos vuelta por la curva.
/ Nos acordamos de un caso con un grupo de tres niñas, de 3, 4 y 5 años, con >>sus brazos tendidos y con su sombrero invertido.
/ Algunos niños quedan quietos; otros gritan "regáleme plata".
/ Y niños sorprendidos en sus ranchos lejos del camino, cuando nos ven >>acercándonos, corren, a toda velocidad, a esperarnos, también con los brazos >>tendidos y el sombrero invertido.
Todos esos niños, por otra parte, si bien en terribles harapos, nos parecen bien comidos.