completas aun en línea recta? Lo único que saben decir es "recto" o "de largo" o "al frente", según los lugares, pero sin especificar qué distancia ese recto vale. Eventualmente, pero generalmente demasiado tarde, llegamos a enterarnos de que el recto valía una cuadra, o siete, o veinte, pero nadie nunca nos dijo "recto durante cinco cuadras y vire a la derecha". No, eso sería demasiado fácil. No nos acordamos cómo era en Vespuccia y Canadá, pero nos parece que la gente no era tan bruta; porque, para decir las cosas como son, es ser bien bruto dar indicaciones como las dan en tantos lugares, para no decir en todos los lugares, por aquí.

> Otro caso de imitación hipnótica - por lo menos, no enojosa, solamente divertida. En el Perú, hay una multitud de aguas gaseosas, y todas, toditas, tienen un nombre de santo; y con absoluta seguridad, si mañana apareciese otra marca de agua gaseosa, sería con el nombre de otro santo más. ¡Qué increíblemente curioso es cómo la gente no sabe pensar por cuenta propia, inventarse una idea propia, e hipnóticamente hace lo que los demás hacen, como si fuera la única manera posible de hacer las cosas!

> Quizás por contraste, nos acordamos de un caso de verdadera competición comercial que sería divertido si no fuese en un renglón fúnebre. En Celendín, creemos que fue, vimos un cartel rezando "Servicio Fúnebre Inmediato" y, a cierta distancia, otro cartel, rezando "Se Vende Ataúdes de varios Tamaños y Formas". Un servicio ágil o diferente es la base del éxito comercial, ¿no cierto? Además, en tal renglón, un cliente perdido la primera vez está perdido para siempre.

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Empezamos el día tempranito con una visita del sitio arqueológico Sechín, a escasos kilómetros al sur de Casma.

No esperábamos gran cosa, y fuimos más por la duda que por otra cosa. Pero el tiempo que nos quedamos, cuatro horas, de las 8 a las 12, y sin perder un segundo, es prueba de que encontramos más de lo esperado.

Se trata de un cuadrilátero de no más de quizás unos 50 metros de costado; con indicios, dentro de su perímetro, de una compacta aglomeración de construcciones, de las cuales no se conoce todavía ni la centésima parte, por estar todo lleno y cubierto de tierra y piedras, resultado probablemente de un deslizamiento de la ladera de un cerro contiguo. En lo poquísimo despejado, se encontró la entrada a lo que se supone ser un templo.

Los muros, de adobe, no están construidos con los habituales bloques paralelepipédicos, sino por un sistema de conos y de rellenos. Los constructores colocaban en apretada hilera conos de adobe acostados, con las >>>>>>>>