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Esta mañana, con la primera vuelta de ruedas, empezamos a subir - y subir. Parece que tenemos subidas para rato.  No más contacto con el Utcubamba.

Estamos estacionados para la noche. Aquí va el relato de este día, leyendo las notas tomadas por Božka, si es que Karel logra descifrar su letra totalmente desarticulada; mientras, Božka se ocupa de la cena y de todo lo demás.

• A poca distancia de Leimebamba, el camino se ha vuelto entre malo y >>angustiante.
• Nunca hemos visto semejante cosa.
• Más que carretera troncal de un país, se parece a la huella de acceso a una >>mina abandonada hace cien años.
• ¿Llegaremos en un pedazo?  ¿Llegaremos en dos pedazos?  ¿Llegaremos?
• Ningún tráfico.  Nadie a la vista.
• ¿Será esto el camino?
• Sí, debe de ser; desde Leimebamba, no hubo otro.
• A veces, ni en primera se puede adelantar.  Hay que poner el cambio en baja.
• Tremendo.
• ¿Tendrá realmente una salida este camino?
• Por  fin, una casa.  Aislada.  Nadie a la vista, pero hay que hablar con >>alguien.

• Sale una mujer. Le preguntamos si el camino después de su casa es lo mismo que antes de su casa. Respondió con toda naturalidad que sí, que los próximos 120 kilómetros son así como lo vimos llegando a su casa. Es increíble, es imposible. Por lo menos sabemos que hay salida, que se puede pasar. Analizamos la situación. ¿Seguir por aquí o volver otra vez por el larguísimo purgatorio por donde venimos a El Tingo? Como elegir entre dejarse asar o dejarse freír. Con tranquila determinación decidimos seguir adelante.

• Empero, ¿qué es esto? Por lo visto, por ahora, desde que dejamos la mujer, el camino se volvió solamente malo, ya no es angustioso, ya no nos preocupamos cómo pasar los próximos metros. Es evidentemente otro increíble caso de información irresponsable. La única explicación es que la mujer no conoce el camino de donde veníamos, que conoce solamente este lado, y nos dijo, a nosotros quienes conocíamos solamente el otro lado, que ambos son iguales. ¡Qué irresponsabilidad! Así, mejor para nosotros; pero también, en base a su información, estuvimos a punto de decidir volver por el largo purgatorio. Creemos que el Perú se está llevando también la palma de las informaciones peores y más irresponsables que jamás recibimos.