Sí, gitanos, aquella parte de los migrantes desde India hacia el oeste, que el destino, en Asia Menor, llevó no hacia Europa sino hacia Africa; por Egipto, y conocidos, por ello, como gitanos para no complicar la vida con "egiptanos", o variantes, como cigán, tsigán, gypsy, siempre con la "g" de Egipto; a diferencia de la rama europea de aquellos migrantes, más apta a ser conocida por alguna variante de la raíz "rom"; aun cuando la versión "g" de Egipto llegó a prevalecer y prevalece para todos estos grupos de almas inquietas, por dondequiera hayan ido y dondequiera estén ahora. Una asociación de ideas, no más.
Así son las pirámides-plataformas-túmulos-alacranes de Cochasqui, con poco y nada para ver por ahora, pero, obviamente, con bastante para especular.
Cochasqui
Por lo menos, se puede esperar que, durante los decenios que seguramente se tardará en elucidar la situación, no le pasará a este sitio, por su naturaleza misma, lo que le pasó al sitio arqueológico de Pimampiro, más al norte de aquí.
Resulta que cerca de Pimampiro, en el paraje La Mesita, en la hacienda Román, había un enlajado de unos 28 metros por 8,5; de lajas rectangulares y bien terminadas, colocadas en dirección norte-sur, en hileras de a 13, de tres diferentes tipos de piedras - ígnea, hojaldrada y arenisca; y las lajas laminares, con grabados de criaturas de los bajos amazónicos no existentes en la altitud andina del sitio. Algo bastante interesante.
Pero, de todo ello, hoy, queda tan sólo el testimonio de la incuria de las autoridades: que, laja por laja, pieza por pieza, todo fue desapareciendo a los cuatro vientos, especialmente a los vientos extranjeros, por lo que ya nada queda para guardar y estudiar; en particular, aparentemente respecto a los contactos antiguos, con o sin migraciones definitivas, entre Amazonia y Andes.
Por otra parte, este enlajado rindió también otra riqueza por completo. Debajo de su esquina suroeste, una calavera notable: con el cráneo y la capacidad craneal muy amplios; pero con sus costados bajando de tal manera que la forma general es un triángulo invertido truncado en su ángulo inferior; y con las órbitas también de tendencia triangular; y sin arco cigomático. No se puede asegurar si es deformidad anatómica o raza desconocida.
En camino de Quito a Cochasqui, y ahora de Cochasqui a Quito también, tuvimos, y tenemos, la oportunidad de ver muy interesantes formaciones sedimentarias.
En primer término, nos sorprendió ver capas sedimentarias a semejantes altitudes, donde nos hubiese parecido más lógico tener rocas metamórficas. Además, las varias capas presentan materiales de composiciones y colores muy contrastantes que nunca vimos hasta ahora en ningún otro contexto geológico. El interés también es ver capas sedimentarias inclinadas cubiertas por capas >>>>>>>>