En la corta planicie de los 4.000 metros, nos paramos un rato. Había el típico viento de esas alturas, no demasiado fuerte, pero insistente.
Cuando bajábamos de los 4.000 metros, al emerger de una curva, divisamos repentinamente, a una distancia que calculamos en 35 kilómetros, la ciudad de Quito allí abajo, en su altitud de 2.777 metros, ó 2.800 metros, ó 3.000 metros, bueno, más o menos, de todos modos la segunda capital en altitud de América, estirada en su casi planicie al pie del Pichincha; y, con esa incongrua lengua de planicie, tuvimos la visión, como en un modelo topográfico reducido, del antiguo lago en el lecho del cual se levanta parte del Quito pos-colonial - como no lo percibimos en la ciudad misma.
Y aquí estamos, ahora, para las últimas diligencias antes de seguir hacia el Perú. Preocupación principal: una nueva llamada a Nueva York; ya se sabe por qué.
. .
*
▪
No sabemos cuántos días pasaron. Parecen dos días o tres - porque no tuvimos el tiempo de realizar el paso del tiempo; y parece una eternidad por la cantidad de cosas que hicimos, por el remolino de problemas de todos tipos que tuvimos que ir solucionando. Ni podríamos enumerarlos todos, pero los esenciales, creemos que fueron
║ ver si se podría importar dos cubiertas más para llevárnoslas de super-reserva a más de nuestras dos ruedas de auxilio, para postergar cuanto más en el futuro nuevos problemas de cubiertas;
║ volver al taller mecánico porque el eje que habían cambiado había empezado a perder aceite;
El Cotopaxi, desde el taller mecánico
║ pensar en la posibilidad de mandar hacer un nuevo toldo para nuestro portaequipaje, ya que el nuestro original, rescatado milagrosamente de nuestro vuelco en el Artico, se está desintegrando;
║ re-estructurar la carga del portaequipaje para acomodar las dos llantas de super-reserva, lo que, de por sí, fue todo un día de trabajo arduo;
║ y naturalmente, el problema insoluble por ahora de los permisos vespuccianos desaparecidos por culpa de algún burócrata burrócrata.
De todos modos, hoy es el 21 de septiembre. Una fecha que, desde hace varias semanas, estuvimos teniendo muy en cuenta, ya que, desde que se nos fue haciendo evidente que estaríamos en Ecuador para esta fecha, nos había parecido que sería una cita de honor, si bien estereotipada y vacía, >>>>>>>>>>>>>>>>