Sí, hay que  imaginarse que se trata  de encajar  con precisión inexorable
- o lo mejor que se pueda - la red visible de las antenas en la red invisible del tremendo mundo de las ondas hertzianas.

Uno no sabe si maravillarse más, ante las sutiles complejidades de la naturaleza o ante la ciencia y la astucia de la humanidad en descubrirlas y utilizarlas. Así como estos ingredientes de la creación se quedaron durante milenios de milenios fuera de la percepción y del conocimiento humanos como si no hubiesen existido, ¿cuántas maravillas hoy inconcebibles por los humanos, están esperando ser descubiertas - como, por ejemplo, que la velocidad de la luz podría no ser necesariamente la velocidad máxima en el universo, que algo podría moverse más rápido que esta barrera ahora considerada infranqueable?

Durante la visita, nos sentimos volvernos más cansados, más rápido de lo lógico. Božka dice que fue por los altos voltajes en el ambiente. ¿Quién sabe?

║ Pero sí sabemos que vimos el ingeniero tomar un tubo de neón en su mano y prenderlo no por algún contacto con fuente eléctrica habitual, sino por la simple presencia de alto voltaje en el aire, en la apertura de uno de los aparatos.

║ También sabemos que, según nos dijo el ingeniero, de haber puesto la mano donde él había puesto la punta del tubo de neón sin tocar nada visible, hubiésemos recibido quemaduras - curiosamente no externas sino hipodérmicas.

║    Y también sabemos que en la visita de las antenas, durante nuestra presencia en la cercanía de las dos antenas en forma de batidores de huevos, tuvimos que tener un ojo en el reloj, porque, según nos advirtió el ingeniero, dichas antenas estaban por empezar a transmitir a las trece, y sus radiaciones hubiesen sido muy perjudiciales para nuestra salud.

Por la inesperada duración de esta visita, y por la media hora que necesitamos luego para recuperar un poco nuestras fuerzas, se nos volvió evidente que se había hecho demasiado tarde para seguir viaje; que no habría ninguna diferencia si volviésemos a Quito para la noche, para viajer nuevamente mañana por la mañana, pero ya en viaje directo, sin vueltas.

\QT/  Así que estamos nuevamente en nuestro lugar habitual de Quito.
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Con semejante despliegue de poder y de tecnología, es extraño que esta emisora no sea la primera en la Tierra; pero no está tan mal ser cuarto - y todo en base a contribuciones voluntarias de motivación religiosa - cuando las tres primeras son Radio Moscú, la Voz de Vespuccia y la British Broadcasting Corporation.  Extraordinario.