Nótese que 20 kilómetros repetidos 15.000 veces por segundo, y 1 milímetro repetido 300.000.000.000 de veces por segundo, dan la misma velocidad de 300.000 kilómetros por segundo.

Claro, se podría obviar esta catarata de ciclos-por-segundo de la siguiente manera, utilizando: en vez de
        000, el normal kilo; en vez de
    000.000, el abnormal pero convenido mega; en vez de
000.000.000, el abnormal pero convenido giga;
y en vez de "ciclos-por-segundo", el corto "hertzios";
de manera que la susodicha franja se extiende de  15 kilohertzios
                                               a 300 gigahertzios
- lo que es breve pero nada significa; 
  mientras que                       15 kilohertzios y 
                            300.000.000 de kilohertzios sí se puede comparar.

[Y nosotros, en la loma de Marconi en Terra Nova, pensábamos que 500 millones de ciclos por segundo era algo fenomenal. Pues sí, era fenomenal; y esto es superfenomenal.]

De todos modos, volviendo al tema, dentro de esta franja de ondas electromagnéticas para transmisión, o sea de ondas hertzianas, las frecuencias más útiles para propagación a larga distancia alrededor de la curvatura terrestre - propagación en línea recta es otro problema - son las frecuencias entre 300 kilohertzios y 30.000 kilohertzios.

Ello se debe a que esta franja de ondas se presta a su reflexión, en las varias capas de iones y electrones de la ionósfera, como en un espejo, hacia partes a centenares y miles de kilómetros más allá del horizonte del globo terráqueo.

En oposición, por un lado, las frecuencias superiores a 30.000 kilohertzios penetran la ionósfera y por lo tanto no se reflejan de vuelta a Tierra, y por lo tanto pueden ser utilizadas sólo en línea recta - aunque lejos sea como hacia un satélite artificial; y por otro lado, las frecuencias menores de 300 kilohertzios - y peor las menores de 30 kilohertzios - requieren costosos generadores de electricidad y carísimas antenas que las hacen económicamente prohibitivas salvo para usos en los cuales el costo no importa.

Ahora, la pregunta es cómo todo ello funciona en la radiodifusión.

La cosa es muy simple, en su esencia, cuando se sabe, que corriente eléctrica produce ondas electromagnéticas y que ondas electromagnéticas, cuando encuentran, tocan, un cable conductor, producen corriente eléctrica en el cable; o - y es lo importante - influyen en una corriente pre-existente en el cable; cuando se sabe, más exactamente, que una corriente eléctrica de ciertas características produce ondas electromagnéticas de mismas características, las cuales ondas, a su vez, cuando impactan un cable conductor, producen electricidad de las mismas características, o imparten las mismas características a una corriente pre-existente en el cable.