• Otra curiosidad: un cuadro que se podría llamar para-tridimensional, o sea un cuadro con los personajes pintados pero con ciertas partes, como las manos o la nariz, esculpidas por separado y pegadas en el lugar que les corresponde en el cuadro.
[] Finalmente volvimos al museo arqueológico del Banco Central para confrontar su administración con la contradicción entre su leyenda y lo que nos había dicho la arqueóloga en cuanto a la lapidación/no lapidación de los Amantes de Zumpa.
Se nos explicó que, efectivamente, la leyenda en el museo está equivocada, que está basada en la primera suposición de la arqueóloga al descubrir los esqueletos y las piedras entre los huesos, pero que se va a dejar equivocada hasta que se reciba un informe oficial; dejando, mientras tanto, los visitantes llevarse una información falsa bajo la autoridad del museo - este último comentario, lo agregamos nosotros, naturalmente.
Así que terminaron casi todos los trabajos, quehaceres y visitas en Quito; falta, mayormente, esperar si recibimos, por fin, noticias de los documentos vespuccianos antes de que se termine el permiso de estadía en Ecuador.
Mientras tanto, vamos a dar una vuelta por el norte del llamado Oriente - que dudamos sea muy diferente de lo que vimos en el sur del Oriente, pero vamos a ir por la duda.
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Esta mañana, decidimos que nuestro derrotero hacia el norte del Oriente podría empezar con una vuelta por el pueblo de Pifo, el sitio de los transmisores de la super-emisora de ondas cortas ya estudiada y mencionada en nuestros primeros días en Quito.
Allí fuimos primero.
Allí, todas las estadísticas en el papel en Quito se hicieron realidad ante nuestros ojos. En contraste con tantos otros casos, la realidad resultó ser mucho más abrumadora que las estadísticas, y éstas ya son bastante impresionantes. Tres horas y media nos pasamos con un ingeniero, analizando transmisores y sus antenas, y las torres de éstas, y descubriendo el increíble mundo de las ondas electromagnéticas, pasando de micro-circuito a macro-lámparas, cada cosa, bastante impresionante a su manera.
/Z/ En cuanto a transmisores. Doce son los transmisores de ondas cortas en Pifo; con una potencia total de más de 1.000 kilovatios; desde un transmisor de 100 vatios de susurro hasta uno de 500.000 vatios de trueno.