•) por dentro, no le falta influencia morisca;
•) también, tiene sus paredes y su bóveda laminadas con hojas de oro, sus >> altares laterales cubiertos de placas de oro, y su altar mayor, de oro >>>macizo, con el tabernáculo incrustado de rubíes y diamantes;
•) entre los dos soportes laterales del altar mayor, se encuentra un gran >>>féretro panzudo de oro con los restos mortales de la santa quiteña >>>Mariana de Jesús, en contraste notable con las muy humildes caja de >>>costura y guitarra de la santa, expuestas en otra parte del templo.
Las columnas
± La iglesia de Santo Domingo tiene una supuestamente interesante capilla de la Virgen del Rosario; no dentro del edificio sino afuera, adyacente a la derecha del templo principal, un regalo - o mejor dicho una devolución de riqueza - del rey de España; y con la imagen de la Virgen, un notable ejemplo del arte barroco quiteño.
Lo único interesante de la capilla, sin embargo, es que, a la derecha del templo principal, donde está la capilla, también hay, al mismo tiempo y en el mismo lugar, una calle. ¿Cómo puede ser?
En una oportunidad, los Dominicos quisieron expander su convento; el alcalde les dio un terreno, pero no contiguo, sino del otro lado de la calle; los astutos frailes solucionaron el problema de unidad e integridad de su convento a pesar de la calle, construyendo un arco por encima de la calle, y para que este arco no sea solamente un nexo sino que todo sea de una sola pieza, encima del arco construyeron la capilla; así que, hoy, el tráfico se escurre por debajo del arco - y de la capilla de la Virgen.
± El convento de la Merced ostenta dos incongruencias con su estado de claustro de cristianismo y de gentileza; una incongruencia es una estatua del dios pagano Neptuno, la otra es el pavimento del patio, que parece ser de ladrillos pero en realidad está hecho, se dice, de adoquines compactados con sal y sangre vacuna - y todavía no se descubrió qué material raro puede ser la argamasa blanca entre dichos ladrillos de sal y sangre.
Muchos de estos datos tendrán su interés intelectual pero nada de ello despertó una chispa en nuestro interés visual somnolento; probablemente después de lo que vimos en el mismo estilo, pero en más imaginativo, en México; si bien habría que volver a ver lo de México para dar una opinión definitiva. Lo cierto es que, en México, encontramos varias oportunidades de tomar fotografías; aquí, ni una. Naturalmente, para un gringo que nunca vio otra cosa que su mundo de plástico y de neón, y de capillas protestantes, todo ello debe de ser otro mundo que para nosotros - sin duda muy lógicamente.
± También fuimos a la Capilla llamada del Robo para investigar tan incongrua denominación. Resulta que, a principios de la colonia, en uno de los templos de entonces, que hoy se llamarían céntricos pero que entonces era lo único que había, hubo un robo de objetos del culto, y resulta que, eventualmente, se >>>>>>>>