║ Se hicieron experimentos con la influencia de varios tipos de música sobre plantas; y, mientras que con la música ácida y violenta y agresiva, fruto de la tecnología y de la alienación del siglo XX, las plantas se marchitaron, con música más amable y melódica las plantas crecían que daba gusto.
║ Y qué pensar de los recientes experimentos con sensores electrónicos, por los cuales parecería que las plantas se pueden horrorizar no solamente de lo que les pasa a cada una individualmente sino también de lo que pasa a otras plantas y hasta a seres animados; inclusive premonitoriamente, simplemente cuando cierta intención dañina surge en una mente humana - por lo que también tendrían telepatía.
▪ Fue este concepto que llevó a los Shuar al máximo respeto de la naturaleza, y a utilizar sus componentes - animales y plantas - solamente para satisfacer verdaderas ncesidades, y no para darse un gusto.
Con las limitaciones impuestas por este concepto igualitario del mundo, y por otros tabúes, y otras abstinencias, la vida de los Shuar, a pesar de ciertos aspectos inaceptables para ciertas culturas, era de respeto, restricción y austeridad.
Incidentalmente, otras costumbres de los Shuar que es fácil considerar como depravación o libertinaje no lo eran, más bien eran una adaptación a una necesidad ineludible. Por ejemplo, la endogamia y la poligamia, necesidades impuestas por el aislamiento de la comunidad, por la imposibilidad de escoger, y por la necesidad de la continuidad o supervivencia del grupo. Lo mismo que entre los Mormones, en realidad. Ninguna mujer debía quedar sin familia y sin prole.
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Hoy, hablamos con mucha más gente.
Todos nuestros interlocutores coincidieron, por separado, que no hay más cultura o modalidad shuar independiente - ni tradicional, ni modernizada. Visten camisa y pantalón como los colonos; tienen casuchas de cinc y madera como los colonos; antes, había viviendas comunales, pero ya no; si queda alguna vivienda tradicional, es de antes y porque todavía no se desplomó. Tienen su chicha y su yuca; pero ¿quién no las tiene? Así es incluso en la pura selva del otro lado de la cordillera de Cutucú.
Además, hay toda una red de tele-escuela, o sea de educación primaria por radiofonía, con un receptor de radio y un auxiliar de educación en lugares estratégicos. Durante el año escolar, las familias shuar se congregan en el poblado donde hay el receptor para que los niños "vayan al receptor", ya que >>>>>>>>