enfático movimiento de la cabeza y una clara palabra, ¡el uno, diciendo "sí", el otro, diciendo "no"!
De una joven presente, Karel hizo el comentario chistoso - como dirigiéndose a Božka, pero para que la joven lo oyera - qué bien quedaría la cabeza de la joven en una linda tsantsa; bueno, para ella no fue ningún chiste. Tuvo la reacción defensiva y adversa de alguien para quien el achicamiento de una cabeza humana cortada no es una historia exótica sino algo muy real y palpable.
Naturalmente, en todo el recinto de la Federación Shuar, ni una sola tsantsa a la vista. De todos modos, salimos con alguna información sobre las tecnicalidades del arte, y sobre el contexto de dicho arte. Todo expresado, conjugado, en tiempo pretérito - por la duda.
Una vez matada la víctima,
- se cortaba la cabeza; pero no así-no-más, a lo bárbaro; más bien habría que llamarlo, por la precisión quirúrgica requerida, una cefalotomía, con una cuidadosa sección a ras de los hombros;
- se abría verticalmente la piel por atrás, desde la nuca hacia arriba;
- se desollaba, despellejaba, la piel desde atrás hacia las mejillas y la boca, de manera a separarla del cráneo;
- se ponía a hervir la piel en varios baños, tanto para limpiarla de restos de carne y de grasa como para tratarla con yerbas astringentes;
- se dejaba orear;
- se cosía el tajo de atrás, así como la boca, los párpados y la nariz, como para formar una bolsa;
- al contrario, el corte del cuello se lo mantenía abierto con algún tallo encorvado;
- y empezaba el lento proceso de disecación de la tsantsa en formación, echando dentro de la "bolsa", por la apertura del cuello, y sacudiendo adentro, primero piedritas calientes, luego arena caliente, cada vez más fina para que penetre en todos los repliegues;
- mientras se iba deshidratando y encogiendo la tsantsa, con mucha paciencia se iba moldeando con los dedos la piel en proceso de endurecimiento, para guardar la fisionomía que la víctima tenía en vida - todo, naturalmente, en un tamaño ya diminuto, salvo la cabellera por supuesto, que guardaba su largo; disproporción que contribuye al aspecto extraño que tienen las tsantsas;
- se colgaba la tsantsa encima de un fogón para ahumarla - pero, por lo que >>>>>>>>