Sin embargo, nos enteramos de un caso cuando un investigador salió con el asombroso descubrimiento de un entierro superviejísimo, y presentó como prueba una calavera con rasgos netamente simios; pero, eventualmente, a alguien se le ocurrió someter la calavera a un análisis más meticuloso, y se descubrió que tenía rasgos simios sin duda alguna: el cráneo era de humano pero la mandíbula era de mono; sic transit gloria cienciae.
\_ Volviendo al binomio guaquero-arqueólogo, el director de las excavaciones, hablando un poco de todo, nos dijo, desde su punto de vista, lo mismo que nos había dicho el guaquero colombiano, desde su punto de vista, a saber que, en una competición entre guaqueros y arqueólogos para encontrar piezas de valor estético y comercial, los guaqueros salen siempre primeros.
Este equipo arqueológico tiene una estructura totalmente diferente del equipo de Salango. Aquí, se trata no de un núcleo de expertos extranjeros con la ayuda de voluntarios extranjeros sino de un núcleo de profesores de arqueología de Guayaquil - extranjeros también, pero ya aquerenciados - con la ayuda de un cuerpo de alumnos de arqueología. Y todos, desde los alumnos hasta los profesores, tienen una meta en común: buscar diplomas, doctorados, reconocimiento académico, ninguno está aquí por dinero; si fuera así, ya todos estarían muertos de hambre. Pero parece que la carrera de arqueología, hasta ahora inexistente en Ecuador, está tomando sus primeros pasos, de manera que se puede empezar a pensar en el futuro.
En este sitio, el futuro incluye un pequeño museo y quizás la reconstrucción - milenios más tarde - de algunas de las estructuras que los arqueólogos van vislumbrando ahora por sus estudios; pero nunca podrá ser gran cosa del punto de vista del gran público; es éste un tipo de arqueología desencarnada, abstracta, abnegada, ascética, solamente para aquel que fue agraciado en el momento de su nacimiento con la chispa sagrada.
En las cercanías, un árbol bien raro
Así fue para nosotros, hasta ahora, este contacto con la investigación arqueológica; en Salango primero, y ahora aquí. Nuestro deseo de contacto con la investigación arqueológica se hizo realidad más allá de lo que podíamos imaginar.
Ah sí, hoy, también pudimos verificar que el cielo todavía existe y que todavía es celeste; por fin, no más hermético sudario nebuloso. Así tuvimos, hoy, lo que queríamos probar pero que, ahora, ya no queremos seguir probando, el calor candente del Sol en esta latitud casi 0 a esta altitud casi 0; lo curioso es que no hace mucho calor - por ejemplo, la máxima de hoy fue no más de 33 grados, además hay bastante viento, no hay humedad, así que uno no se daría cuenta - pero se termina el día con la sensación de un pollo asado.
Pero hay el agua del mar, para refrescarse
Y una última cosa: hoy, no dormiremos frente a la entrada de la iglesia sino a un costado, porque mañana es domingo y no queremos que Dios y los feligreses tropiecen con nosotros.