vez en cuando, muestras de las varias masas del suelo en bolsitas, para mandarlas a un análisis de laboratorio.
A primera vista, parece la misma locura que aprender a tocar un instrumento musical, pasándose horas perfeccionando algún detalle que la mayoría de la gente no percibirá y que, de todos modos, a poca gente importará; pero probablemente, así en arqueología como en música, es la satisfacción del ejecutante de haber hecho un buen trabajo que más le importa.
\_ También vimos cortes exploratorios en el suelo, siendo cuidadosamente ahondados, siempre milimétricamente, para determinar la existencia de varias capas de actividad humana, siempre anotando el espesor, las características, siempre anotando los rasgos en papel milimétrico, con cada piedrita, cada tiesto, cada hueso, y cualquier detalle por más insignificante que parezca, porque la verdadera importancia de cualquier elemento, muchas veces, aparece mucho más tarde, cuando se hace el análisis comparativo de todos los detalles juntados a todo lo largo del tiempo en cada área y en todas las áreas de las excavaciones. Este cateo sigue hasta llegar a la greda, debajo de la cual, se sabe, no habrá ya ocupación humana.
Huesos apareciendo parcialmente en un corte
\_ También vimos un tal corte exploratorio siendo cavado en un lugar a propósito sin elementos arqueológicos, para determinar la estratificación natural del terreno y tener así un patrón de comparación en el análisis de las capas arqueológicas.
\_ Una vez terminado un corte exploratorio, se empieza a aumentar su superficie para lograr una mayor cantidad de material y de información de cada una de las capas; con la ventaja, en esta nueva etapa, de que ya se sabe qué tipo de capa, qué profundidad, esperar, por lo que el trabajo se hace mucho más inteligente- y eficientemente. Y siempre todo milimétrico; todo se hace como si fuera un último adiós a cada uno de los rasgos encontrados, y efectivamente es un último adiós porque, para llegar a cada rasgo siguiente, hay que eliminar, y por lo tanto destruir para siempre, el rasgo anterior.
\_ En todas estas etapas, también se fotografía cada rasgo o cada conjunto de rasgos, tanto en blanco y negro como en colores; para estas fotografías, el mejor día es un día sin sol - justamente lo que nosotros ya descubrimos en circunstancias anteriores.
A veces, ciertos rasgos son tan extensos que hay que tomarles una verdadera fotografía aérea - sin avión, naturalmente.
Tuvimos la oportunidad de ver una tal operación; nos habían dicho que estas fotografías casi aéreas las toman con un bípode; nos preguntábamos cómo podía ser; pero, después de haberlo visto, creemos que, más que de un bípode, se trata de un hexápode.