cerámica - que es el fogueo, oportunidad cuando el calor restableció la irradiación normal de los electrones, poniendo, entonces, para decirlo así, el reloj, o el calendario, de electrones a cero.
Exactitud de este método de fechado ± 15/oo.
También, hay que cuidarse de termoluminiscencia falsificada, sometiendo el objeto a rayos X, rayos gama, chorro de electrones, luz ultravioleta, aun violeta y azul.
Naturalmente, cuando el pedazo de cerámica está calentado en laboratorio para ser fechado por termoluminiscencia, su calendario de electrones está, otra vez, puesto a cero.
Para terminar, termoluminiscencia no es una proeza exótica de modernidad. Fue atestiguada por primera vez ya en el año 63; ah pero no 1963, ni 1863, ni 1763, sino 1663. Y quién sabe cuándo fue observada por primera vez pero no anunciada.
Y ¿qué pasó, o pasa, con el primer conocedor blanco de las cuevas detrás de la cueva de los Tayos?
♦ El mayor nos había dicho que el Blanco que había sido, voluntaria- o involuntariamente, el origen de todas las afirmaciones fantásticas, primero, se había opuesto vehementemente a la expedición, en base a un convenio de exclusividad que parece que tiene con el gobierno ecuatoriano sobre las galerías y sus salas; luego, se quiso unir a la expedición; y finalmente, sin razones que el mayor sepa, se retrajo y dejó los acontecimientos tomar su curso.
♦ El padre nos dijo que el Blanco sostiene que las salas visitadas por la expedición no son sus salas, o no son todas sus salas, que las salas con los objetos sensacionales son otras, con una entrada diferente.
>> Y el padre-arqueólogo se deslizó hacia el tema, el interés, central de su vida, la sorprendente, y sorprendentemente ignorada, posición de la arqueología ecuatoriana en el concierto arqueológico americano - tanto intra-americano como también extra-americano.
Y empezó a explicarnos que Ecuador es un polifacético foco seminal de arqueología, aun cuando a Ecuador se lo conoce más por sus bananas, o por su asignada, presunta, insignificancia, que por su arqueología.
Y empezó a desembalar - ¿no sería una más lógica palabra "debalar"? - de entre las bananas, las sorpresas arqueológicas ecuatorianas; seis de ellas.
A/ Los paleo-cráneos, otavalensis y otros.
▪ Todo empezó con un cráneo humano, hacía mucho encontrado, entre Otavalo y la frontera con Colombia; mucho tiempo olvidado en el museo de la Politécnica de >>>>>>>>