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en 5.700 años quedaría la mitad de 100, o sea 50, en otros 5.700 años quedaría la mitad de 50, o sea 25, y así sucesivamente.

De manera que una reducción de C-14 de 100 a 12,5, digamos, indicaría tres períodos de 5.700 años sucesivos o sea una antigüedad de 17.100 años.

Por otra parte, esta medición de tiempo por C-14 deja de funcionar más allá de cierta antigüedad porque no queda suficiente C-14 para medir. Y tampoco hay acuerdo en cuanto al límite de antigüedad medible; una opinión dice 40.000 años de antigüedad, otra opinión dice 60.000 años de antigüedad.

Estas deficiencias e inexactitudes de varias índoles en la medición, y este límite de antigüedad medible, encontraron sus respectivos remedios. Contra las inexactitudes, dendrocronología; contra el límite de antigüedad, potasio 40.

     \/ Dendrocronología, contra inexactitudes del C-14.

Basta acordarse de que, cada año, con inevitabilidad y confiabilidad absolutas, todos los árboles se crean su nuevo anillo concéntrico - y solamente uno, y de que, cada anillo anual tendrá sus características individuales íntimamente condicionadas por el clima de cada año.

En base a esta realidad, es fácil concebir lo siguiente.

Se corta un árbol creciendo ahora, árbol A. Se empieza con su anillo más reciente, que es, indudablemente, del año corriente. Se va contando todos los anillos anteriores, que son, indudablemente, de sus años respectivos anteriores, hasta llegar a los más internos, o sea los más viejos.

Se busca otro árbol, más viejo, árbol B - y si ya está muerto, no importa - cuyos anillos externos, o sea sus más recientes, tengan las mismas características que los anillos más internos, o sea más viejos, del primer árbol, A.

Esta identidad de características indica que los primeros años del árbol joven, A, y los últimos años del árbol viejo, B, ocurrieron simultáneamente en los mismos años. Se toma el árbol B, más viejo, como encadenamiento cronológico para atrás del árbol A, todavía viviente. Se calcula los anillos anuales del árbol B. Se los agrega a los anillos del árbol A. Y así se sigue con un tercer árbol - muerto, no importa - o parte de árbol, cuyos anillos externos correspondan en características, y por ende en años, a los anillos internos del árbol anterior, B. Y así hasta agotar la disponibilidad de madera apropiada, creando así un diagrama cierto y confiable de estructura anual conocida sobre siglos y milenios, año tras año.

Luego, basta ver qué edades asignaría el C-14 a una selección representativa de todos esos anillos y comparar los resultados del C-14 con las edades >>>>>>>>