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respecto en el libro quedaría disuelto como pura invención.

Pero el mayor nos dijo explícitamente, y el coronel nos dio a entender, que la expedición de Ecuatorianos y extranjeros, en la práctica, no fue una expedición entre iguales; los Ecuatorianos se ocupaban de quehaceres domésticos - perdón, del soporte logístico de cada día, y los extranjeros hicieron todo lo demás. Ah, sí, y los Ecuatorianos también se maravillaban a diario de los equipos y de la pericia de los extranjeros, para todo lo que hacían y en todo lo que hacían. Los extranjeros se quedaron más tiempo en las cavidades que cualquier Ecuatoriano, se adentraron en las galerías más que cualquier Ecuatoriano; y para dar una impresión de igualdad en la empresa, cada día, por intermedio de un intérprete, los extranjeros les relataban a los Ecuatorianos qué habían hecho o visto en las cavidades. La impresión es que los extranjeros dijeron a los Ecuatorianos lo que querían decirles y no les dijeron lo que no querían decirles; los Ecuatorianos no sabían bastante espeleología para siquiera querer ir con los extranjeros; los Ecuatorianos ni se dieron cuenta de que los extranjeros estaban filmando películas en cintas de video y los extranjeros no tuvieron la decencia de mostrar a los Ecuatorianos qué habían filmado, ni durante la expedición ni en algún momento luego, hasta el presente; así que los Ecuatorianos, en realidad, no saben qué vieron los extranjeros. Aun así, según nos dijo el coronel, la mera observación de los equipos y de la pericia ya les valió la pena a los Ecuatorianos de su contacto con los expedicionarios extranjeros, aunque, posiblemente, hoy no sepan lo que los extranjeros saben porque los extranjeros se vinieron callados y se fueron callados. Con todo, las distancias recorridas en las galerías no serían más que de unos pocos kilómetros, y ello sería toda la extensión de las galerías, nunca los centenares de kilómetros proclamados en el libro.

-Pero ¿no le interesa al gobierno ecuatoriano organizar una nueva >expedición y saber qué tiene realmente en su propio suelo?
-Naturalmente, pero no tenemos los medios, ni técnicos ni científicos, >para hacerlo.

Por lo pronto, el mayor y el coronel, ambos siguen maravillados por lo que vieron y sueñan con volver a ver las galerías.

>>  Y, justamente hoy, tuvimos acceso a una tercera fuente directa de información referente a la cueva de las maravillas, o sea de los Tayos, un padre-arqueólogo de la Universidd Católica, que fue también parte de la expedición.