modernos y con cálculos todavía más exactos a arruinarles el negocio turístico a los lugareños de este nuevo marcador de la Línea; y nos enteramos de que el monumento viejo y equivocado está, en realidad, un poco más lejos, en un lugar de nombre Calacalí. Sorpresa.
Calacalí.
Sí, aquí está el marcador equivocado. Y sí, parece como un precursor, como un prototipo, del marcador agigantado en San Antonio. Un globo terráqueo en un pedestal, que, incidentalmente, ningún grupo de turistas devotos del ecuador podría tapar en oportunidad de la fotografía de rigor como lo vimos ocurrir en nuestro primer marcador. Ni que mil fueran.
Así que, primero pensábamos que había un marcador, luego pensamos que había dos marcadores, y ahora tenemos tres marcadores del ecuador; en resumen
- uno, al sur del pueblo de Cayambe, nuestro primero; un globo terráqueo de granito tallado, con sus continentes, colocado a ras de tierra y, salvo error, correcto;
- uno, cerca del pueblo de San Antonio; un globo terráqueo exaltado en un pedestal que no escatima en altura ni porte general, y supuestamente, salvo error, correcto;
- uno, en este pueblo de Calacalí como un prototipo en pequeña escala del marcador de San Antonio y, salvo error, incorrecto.
Para la noche, nos encontramos una vista de cóndor en la soledad y grandeza de los Andes entre la incorrecta línea del ecuador y la correcta línea del ecuador.
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Sobrevivimos, y disfrutamos de, esta soledad y grandeza, toda la noche y todo este domingo.
Ayer, el oscurecer nos obsequió un magnífico firmamento estelar poblándose a medida que desaparecían los últimos vestigios de luz solar; y al rato, al asomarse la Luna llena, se borraron la mayoría de las estrellas y todas las nebulosas, y quedaron de guardia solamente los cuerpos celestes de mayor luminosidad.
Hoy, todo el día hicimos algo, naturalmente, pero sin perdernos un momento de la belleza del panorama: una cumbre directamente encima de nosotros, dos cumbres por debajo de nosotros, un pequeño valle por aquí, un valle mayor por allá, y del otro lado, toda una cordillera, el conjunto, animado por el permanente andar y cambiar de las nubes; una cosa es ver nubes desde abajo, allá arriba en el cielo, otra cosa es verlas en toda intimidad, desde un >>>>>>>>