→→ en varias partes de la red de túneles recorridos, gigantescas salas que podrían dar cabida, por ejemplo, a los aviones modernos más grandes; una sala, de 138 metros por 148 metros;
→→ precisamente en esta sala, el fabuloso hallazgo siguiente:
•) una mesa y siete sillas, hechas de un material desconocido,con tacto de >>>>>plástico pero tan pesado y fuerte como acero;
•) representaciones de animales, aparentemente fundidos en metal: saurios, >>>>>elefantes, cocodrilos, leones, jaguares, camellos, osos, monos, bisones, >>>>>lobos, caracoles, cangrejos;
•) de 2.000 a 3.000 hojas de algún material metálico, de 95 centímetros por >>>>>47,5 centímetros, y unos milímetros de espesor, con impresiones como si >>>>>fuera por máquina;
•) grandes cantidades de oro, en objetos y en bruto;
•) un esqueleto, hecho de, o salpicado de, oro;
→→ incidentalmente, una brújula deja de funcionar.
Tuvimos así una primera entrevista con un médico del ejército ecuatoriano, que tuvo una participación directa en la historia temprana, y en una posterior tentativa de exploración, de dichas galerías y salas intraterráneas; tenemos otra cita con él, para mañana; una vez juntados todos los datos, los anotaremos.
También estuvimos explorando las ondas radiofónicas.
La orden franciscana sigue floreciendo en Quito y sigue de agencia de relaciones públicas de Dios - salvo que, antes, lo hacía desde el púlpito de la iglesia de San Francisco, mientras que, ahora, lo hace con todo el poder de una estación de frecuencia modulada en estereo.
Música clásica, lamentablemente, no hay; la hay, pero en cantidades farmacéuticas. Es curioso notar que, la poca música clásica que logramos sintonizar aquí, y bastante de la mucha música clásica que escuchamos en Colombia, están basadas en grabaciones muy predominantemente holandesas; Božka, siguiendo con su idea chistosa, sugirió que, tal vez, porque las grabaciones holandesas salen más barato.
A veces, demasiado pocas veces a nuestro gusto, escuchamos un poco de la encantadora música andina - con sus giros melódicos, su ritmo y sus quenas inconfundibles - que tanto ansiábamos escuchar y que esperamos poder escuchar en grandes cantidades; un programa fue especialmente grato porque alternaba tangos y música andina.
Hay programas de educación popular para adultos, desde materias de escuela primaria a disertaciones sobre nutrición.