con los famosos documentos no recibidos en Bogotá, y un martes es el mejor día. Por lo que, nos convendría pasar un día o dos todavía en Colombia, estacionados en algún lugar tranquilo cerca de algún pueblo; pero, por la topografía, apenas si hay lugar, a lo largo de la carretera, para la carretera misma para deslizarse entre laderas subiendo y laderas bajando, sin nunca la más mínima explanadita donde nos podríamos estacionar.
Vamos a ver qué decidimos, mañana. Ahora, nos vamos a correr hasta el primer pueblo chico después de Pasto para pasar la noche.
Estamos por pernoctar en el pueblito de Tangua, un poco al sur de Pasto.
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Esta mañana, justo al salir de Tangua, tuvimos la grandísima suerte de encontrar, a no más de tres o cuatro kilómetros del pueblo, un lindo lugarcito, con verdeo, con arroyo, con tranquilidad, donde estamos ahora para demorar nuestra llegada a Quito.
En estos pocos kilómetros, nos maravillamos otra vez ante la tapicería de cultivos colgando de las laderas; se tiene la impresión de observar campos desde un avión - por el ángulo de visión; nuevamente nos preguntamos, cómo hace la gente para subir allí arriba y, una vez que subió, dónde encuentra la fuerza de hacer cualquier trabajo; bastante sorprendente.
Pero ... mientras nos ocupábamos de quehaceres con actividad más manual que cerebral, de las profundidades del subconsciente nos surgió el recuerdo de que tenemos la información de que en el pueblo de Otavalo, en Ecuador, hay una interesante feria indígena los sábados, o sea mañana - mañana temprano, muy temprano por la mañana; por lo que decidimos no estirar el tiempo en Colombia, sino apurarnos para cruzar la frontera hoy mismo y tratar de llegar a Otavalo mañana temprano. Será luego que estiraremos el tiempo, si realmente hace falta.
Viajando pues.
Desde Popayán, más o menos, ya nos pesaba en la mente, y ahora, con cada kilómetro, va cobrando más actualidad, la preocupante perspectiva de las aduanas - la aduana de salida de Colombia, por nuestra experiencia con la aduana de entrada a Colombia en Cartagena; y la aduana de entrada a Ecuador, porque cuando, previo a nuestra partida, juntábamos los requisitos para entrar a los varios países con vehículo, encontramos que, mientras algunos países no tenían exigencias y otros exigían una fianza del 150/oo del valor del vehículo, Ecuador era el único en exigir, además de la fianza, una fotografía del conductor y, ya entonces, o sea con varios años de antelación, la fecha >>>>>>>>