>▪ Acercándonos a la aldea de Gabriel López; estamos a 2.900 metros de altitud pero en un amplio valle que parece muy fértil, con cultivos de papas en flor, con hermosas flores moradas.
La nota siguiente de Božka reza solamente "estupidez humana", por lo que tenemos que aclarar.
-> Al llegar al susodicho villorrio de Gabriel López, nos encontramos con que la ruta estaba cortada por una zanja; imposible pasar; les tardaría una hora, o dos, o quién sabe, para terminar el trabajo de tendido de cañería de agua, y para tapar otra vez la zanja; no pudimos encontrar al maestro primero pero encontramos al maestro segundo; le pedimos que hiciera algo para que pudiéramos pasar; nos dijo que sí.
-> No sin, antes, dejar pasar diez minutos, se dirigió a una casa; supusimos que, para recoger algo, o llamar a alguien, para solucionar el problema; pero, veinte minutos más tarde, descubrimos que allí estaba ... tomando tranquilamente tinto - café se entiende; le dijimos sus cuatro verdades, entre otras cosas, la estupidez de abrir una zanja de par en par a través de un camino público, en vez de excavar una mitad solamente, hacer el trabajo, tapar la mitad, y abrir recién luego la otra mitad, para, así, nunca interrumpir el tráfico.
-> Y tuvimos la suerte de encontrar al maestro primero; él se dignó ocuparse personalmente del asunto; fue a la zanja abierta; esperábamos que sería para ponerle alguna tabla para poder pasar; pero no; fue para seguir con el pausado trabajo de colocar el caño a todo el largo de la zanja; y taparla luego; y no taparla, primero en un lugar hasta ras de tierra para ya dar paso, y luego terminar el trabajo, sino tapándola de a poquito a todo su largo a la vez, paladita tras paladita.
-> Y mientras esta zanja se iba tapando muy pausadamente, a 200 metros más lejos, otra cuadrilla iba ... abriendo otra, igualita a ésta, de par en par, a pesar de nuestras súplicas que abrieran solamente la mitad y luego la otra mitad.
-> Enojoso fue el atraso, mucho más enojosa fue la estupidez humana; se lo dijimos sin medir palabras y les dijimos que eran malos Colmbianos a más de ser malos obreros; y es cierto: como ya dicho en otra oportunidad, la falta de sesos, y no la falta de ciertas comodidades tecnológicas, es la marca de subdesarrollo de un país.
Ultimo garabato de Božka.
>▪ Largo rato, sigue altiplanicie; alrededor de 3.000 metros de altitud, con cultivos y ganadería de clima templado.
Terminada la lectura de las anotaciones de Božka.
Y así llegamos a Totoró.