También, esperando, tenemos el tiempo de observar el lugar y los lugareños; lo que, de por sí, va escribiendo otro párrafo de esta aventura.
Qué vida vacía, qué desperdicio de humanidad; una cosa es una vida bucólica, una vida idílica, una vida sin apremios de las necesidades de cada día, y otra cosa es este vacío supremo; que las exigencias de esta gente sean pocas y que, por lo tanto, las necesidades de trabajo también sean pocas, puede ser, pero por qué no utilizan el tiempo sobrante en algo por afición, si no por necesidad, por qué no hacen unas manualidades, por qué no se dedican a algo, a cualquier cosa; especialmente los niños; 80/oo de ellos tienen miradas infra-bovinas; quizás dos de cada diez se buscan algún juego, algo; los demás, nada; vimos más destello de vida en los ojos de los perros o de las gallinas.
Por otra parte, muchos de los niños están aflijidos por ombligos descomunales, como dedos apuntando de sus vientres; en un caso, del largo de un pulgar y del grosor de dos pulgares; como una nueva raza humana con un apéndice desconocido.
Y la higiene, si decimos que es infra-humana no la describimos adecuadamente, es infra-animal porque en un criadero de pollos o de chanchos tiene que haber más higiene; quizás, en principio, no sea peor que la higiene del lado panameño, pero aquí - será porque la cosa es más organizada, menos natural, menos impulsiva - parece más terrible e increíble.
Desde donde estamos, vemos, a orilla del río, una casucha de madera sobre pilotes, directamente encima de las aguas, unida a tierra firme por un angosto paso de tablas, también sobre pilotes, también sobre las aguas. Estuvimos allí, hace un rato, a inspeccionar. Dentro, hay una mitad del piso solamente, la otra mitad siendo un gran vacío peligroso con el agua por debajo; es el retrete del lugar; cuando alguien se encamina precariamente por el paso de tablas, se sabe que va a hacer sus necesidades. Y vimos, vimos con nuestros propios ojos, que - mientras la gente hacía sus necesidades desde la casucha, directa- y obviamente al agua - a no más de diez metros de la casucha, mujeres limpiaban su pescado en el agua con toda tranquilidad, y niños desnudos se bañaban todavía más cerca alrededor de la casucha.
La casucha
Una cosa es vivir en condiciones simples, super-simples, otra cosa es esto. ¿Por qué cierta gente vive en estas condiciones? Se puede decir de las primeras personas en hacerlo que eran esclavos fugitivos de su esclavitud, y que cualquier cosa, siempre que sea con libertad, es mejor que esclavitud; pero ¿hoy en día? ¿Solamente por la atadura de haber nacido en tales condiciones? Cuando vemos estos niños amoldándose desde sus días más tiernos a estas circunstancias, debemos pensar que sí, sólo por atadura de nacimiento.
¿Por qué, en vez de no hacer nada, no se cavan un pozo para agua un poco más potable? ¿Podría ser que no haya agua?