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Ah, pero ¡qué pandemonio hasta las 20, hasta las 21, hasta las 22, las 22:30, las 23, cuando por fin las parcas se apiadaron y todo cayó en silencio! ¿Cómo puede la gente vivir así? No puede haber individualidad; todo el grupo humano parece como un caldo gregario donde cada persona no es una entidad sino sólo una parte de un todo; parece que cada cuerpo, en vez de tener un cerebro creador, es solamente un receptor que sintoniza, sin pensar, vibraciones emitidas por el grupo como una entidad.

Ahora que, pensándolo bien ¿no es así que se comporta la mayoría de los grupos humanos? Salvo que, en ciertas comunidades, hay maneras para el individualista de separarse del común denominador; mientras que aquí, salvo que se vaya a vivir solo en la selva, no hay manera.

Luego, se escuchó solamente los ruidos de la selva; salvo que, al ratito, entraron a enojarse los gallos, quién sabe por qué, y podemos asegurar que los gallos de Boca de Cupé tienen por lo menos cuatro pulmones. Pero, por fin, llegó el sueño reparador - apenas llegado, sin embargo, a las 4 ya se había ido: otra vez, los gallos de tetrapulmones. Y la noche, o por lo menos la esperanza de una noche, terminó sin remedio y sin esperanzas cuando las ratas, en vez de correr alrededor de nosotros y por los maderos de la casucha, nos corrieron por las piernas.

Ya son las 6:30. Anoche, nuestros guías nos dijeron que saldríamos al amanecer, a las 6. Y a las 6, estábamos listos - sin mérito nuestro; por las ratas. Pero la señora recién está cocinando el arroz y friendo la carne del desayuno.


La señora con los hijos

Las 7 se han ido, y nada.

Se han ido las 7:30, falta menos.

A embarcar.

Con la piragua pacientemente subiendo un cachito más rápido que el agua bajando, hace un rato, empezó a llover, pero fue más el susto que el agua porque no pasó a mayores; empero cuando empieza, no se sabe cuándo va a terminar, y aquí, en la selva, uno se siente bien indefenso y vulnerable - no tanto por nuestras personas, porque mojarse no es nada, sino por nuestras cámaras fotográficas y nuestro grabador.

~ El río se volvió más angosto; está entre la mitad y dos tercios de lo que >>estaba ayer.
~ Sus orillas se están volviendo más empinadas - son más bien las laderas de >>lomas ribereñas.
~ La composición del terreno cambió de aluviones barrosos a conglomerados >>rocosos.
~ La vegetación va formando aleros longitudinales inclinándose por encima de >>cada lado del río.
~ Las aguas se están volviendo más rápidas; nos estamos topando con pequeños >>rápidos más a menudo; nuestros dos guías tienen mucho trabajo, muchos >>problemas; uno se encuentra en la proa, escudriñando las aguas para ver por >>>>>>>>