Cuatro largas horas más tarde, todavía en la oficina-especial-para-llamadas-de-larga-distancia-nacionales-o-internacionales, después de muchos altibajos, y en un bajo final, tuvimos que abandonar cualquier esperanza de conseguir una comunicación con la capitanía de puerto de Turbo; que no hay línea, que no se consigue la comunicación, y más frecuentemente que nada, que las operadoras simplemente ni contestan.
No sabemos cómo es Colombia, pero si es como sus teléfonos, pobres de nosotros - y de los Colombianos.
Entonces, decidimos intentar una llamada a Puerto Obaldía.
Muy pronto tuvimos que rendirnos a la evidencia de que Obaldía - lugar chico por cierto, pero con un aeropuerto, un embarcadero y una aduana - no tiene un solo teléfono; por lo menos así nos informó la operadora, porque no lo podemos creer.
Por otra parte, por la duda, estuvimos refinando nuestra información respecto a la posibilidad de mandar nuestro vehículo por medios comerciales, no a Turbo, ya que tales medios no existen, sino a otro puerto de Colombia. Así, nos enteramos de que el puerto de Buenaventura, el que habíamos considerado originalmente, es una verdadera cueva de ladrones, y de que un puerto mucho mejor es el de Cartagena; también nos enteramos de la total irresponsabilidad de una primera información en cuanto a precios que habíamos recibido; ahora, resulta que el precio sería más del doble del precio indicado originalmente.
Con muchas dudas todavía en nuestra mente, y muchas cosas todavía no bien claras, se va perfilando, después de tanto esfuerzo mental agonizante, la posibilidad de cruzar el Tapón del Darién por tierra adentro como lo teníamos planeado originalmente, pero a pie, y mandando el vehículo por mar - en el peor, pero más probable, de los casos, por medios comerciales a Cartagena, y en el mejor, pero muy improbable, caso, por la Armada panameña, y algún otro medio adicional, a Obaldía y Turbo.
Todavía nada decidido, todavía nada hecho. Veremos. Pero, en un despliegue de fantasía, ya empezamos a sacar cuentas de cuándo habría que salir de aquí para tener la seguridad de llegar a Cartagena antes de la llegada de uno de los próximos buques con nuestro vehículo, ya que es ésta la solución más factible por ahora.
Y ayer, con toda seguridad, se emitió el documentario sobre nuestra Expedición (si bien nosotros, naturalmente, no lo vimos) - porque hoy la gente nos está reconociendo en la calle.
► Hoy, nos reunimos otra vez con nuestro asesor. Ya que los problemas fundamentales, sin ser asentados totalmente, se van asentando, quisimos sacar un poco de claridad respecto a las cosas prácticas de cada día en semejante empresa, no menos importantes que la estrategia básica.