En esta prístina zona del Darién, ya sin nadie alrededor de nosotros, sin el ruido de las máquinas que todo el día nos ensordeció, podemos percibir y disfrutar el ambiente de la selva.
Por una parte, los pájaros con su bulla inmemorial; es increíble el ruido que pueden hacer dos papagayos contándose cosas mientras vuelan. Por otra parte, toda clase de ruidos dentro del follaje, que no podemos identificar. Estamos escuchando en vivo los tradicionales ruidos que, hasta ahora, escuchamos solamente en los documentales de selvas; salvo que, ahora, con el calor y la humedad ambientes, todo adquiere una presencia y una realidad mucho más física.
En una mancha de barro todavía fresco, dejado por un charco de las últimas lluvias, vemos la huella de algún felino de regular tamaño.
Hablando de lluvias, parece que la cosa no se presenta bien para nosotros; también, ¿por qué tuvo que tocarnos este año de clima trastornado que ocurre solamente de vez en cuando?; tal como lo dijo uno de los hombres con quienes hablamos hoy, este año "hace invierno en verano" - porque para ellos, aquí, verano es sinónimo de sequía e invierno es sinónimo de lluvia, ya que la ambitura no varía notablemente de temporada a temporada, siendo solamente la sequía y las lluvias fuertes la diferencia perceptible entre "verano" e "invierno".
Mañana, se verá la última palabra. Pero de alguna manera habrá que llegar a Colombia y seguir con la Expedición.
Mientras tanto, cuatro observaciones.
Una. Recién esta tarde, tomó estado consciente en nosotros el que estamos siempre hablando solamente con paraborígenes o con Negros. Y cuando empezamos a llevar la cuenta analítica en este sentido de gente a la vista, de cada 25 personas que vimos, sólo una era de algún tipo de blanco - y del tipo de blanco más morocho posible, se entiende naturalmente.
Dos. Descubrimos otro tema muy difícil de fotografiar, si no imposible: la selva; no vemos cómo se puede captar en película la complejidad y la profundidad de la vegetación selvática; el ojo se adapta a los mil y un detalles y se mueve analíticamente en cualquier distancia circular que desee, no así el lente; además, la selva no es solamente vegetación, es también calor, humedad, docenas de ruidos sin relación entre sí pero concomitantes, formando un conjunto integrado como una sinfonía moderna.
Tres. En varias oportunidades, vimos mariposas gigantescas; las que vimos, tienen dos diferencias con mariposas más pequeñas: por una parte, no tienen sus alas decoradas de dibujos multicolores sino que parecen más bien ostentar la belleza de una superficie más grande en un cromatismo más simple; por otra parte, son difíciles de observar porque no se quedan voleteando un rato en >>>>>>>>