más dignificadas, de otro idioma, muerto desde hacía mucho aun en aquellos tiempos pero todavía muy respetado, las palabras latinas "ante meridiem" y "post meridiem" (AM y PM), cuando "before noon" y "after noon", BN y AN, hubiesen sido exactamente tan explícitas, con la excepción del respeto evidenciado.
Un interesante rasgo de esta Horología Solar Vespucciana parece haber sido que el concepto de 0 hora era evitado como si hubiese podido haber causado algún vacío o disturbio en la estructura temporal de aquella civilización: por consiguiente, a cualquier momento dentro de la primera hora de cada período, o sea cuando la primera hora todavía no estaba completa, se le referían no como "0 hora, tantos minutos" sino, escrupulosa- y eufemísticamente, como "12 horas, tantos minutos" si bien ni siquiera la primera hora del período había pasado aún, de manera que, cuando alguien decía "12 horas, 30 minutos", lo que se quería expresar realmente pero era aparentemente indecible, era "0 hora, 30 minutos".
* La Horología Ceremonial era radicalmente diferente. Estaba dividida en precisamente no menos de dos mil cuatrocientas horas en cada día, un notable grado de exactitud, indudablemente. Con semejante precisión, no se utilizaba entre el público en general; solamente, según conjeturas basadas en algunas evidencias pictóricas circunstanciales, entre algunos miembros especialmente ataviados de esa civilización, probablemente la clase de los guerreros ya que parece frecuentemente asociada con armas.
En esta Horología Ceremonial, parece que era habitual referirse al tiempo como, por ejemplo, "novecientas cincuenta horas" o "mil ochocientas horas",etc; y parece que nunca se utilizaba minutos - pero, con tal precisión horaria, probablemente no era necesario.
Un rasgo curioso de esta Horología Ceremonial Vespucciana es que - por lo menos según parece hasta ahora - en cada secuencia de cien horas, sólo las primeras cincuenta y nueve horas se utilizaba, y las cuarenta y una horas remanentes no se utilizaba jamás, de manera que las horas se seguirían como, por ejemplo: doscientas cincuenta y siete horas, doscientas cincuenta y ocho horas, doscientas cincuenta y nueve horas - y entonces, de repente, en vez de doscientas sesenta horas, trescientas horas. (En cifras: 257 horas, 258 horas, 259 horas - y entonces, repentinamente, en vez de 260 horas, 300 horas.) Esta extrañeza todavía presenta un buen misterio.
→El punto 0 de esta Horología Ceremonial coincidía con el punto 0 nocturno de la Horología Solar.
Es sorprendente por qué los Vespuccianos hubiesen necesitado la complicación de un juego de dos horologías disímiles.
→Una autoridad en civilizaciones antiguas hace notar que otras civilizaciones, contemporáneas con la civilización vespucciana, tenían - si bien eran consideradas como inferiores por los Vespuccianos - una horología, en cierta >>>>>>>>