formalidades de entrada, con la posibilidad, si las cosas se materializan según lo que nos dijo el motociclista, de dar vuelta, reingresar a Honduras; luego, se vería.
Estamos parados para la noche, de vuelta a unos 10 kilómetros dentro de Honduras, en un pueblito, porque nos parece más seguro que quedarse en la frontera - máxime que allí nos dijeron que, en la frontera, a veces hay problemas de guerrilla mientras que, en el pueblo, no hay. Mañana, veremos.
Ah, sí, esta tarde, antes de llegar aquí, pasamos, creemos que, dos puestos de policía, pero ya se volvió rutina para nosotros y ya perdimos la cuenta. Aprendimos que aun los lugareños que viven en la cercanía de un puesto de control policíaco, cada vez que se mueven en automóvil de un lado al otro del puesto, tienen que parar y mostrar sus documentos. Absoluta- y simplemente increíble.
Es demasiado tarde, pues, para las aduanas, pero no demasiado tarde para tratar de poner al día lo de Copán; inclusive, sería apropiado hacerlo en esta última noche en Honduras.
El día de nuestra visita a Copán, no había sol; una situación de doble filo: por una parte, un poco de sol, con la incidencia adecuada, hubiese puesto de relieve los detalles de interés de las esculturas y de los jeroglifos; por otra parte, sin sol viniendo de un solo lado, y pues con la luz más pareja, se pudo sacar fotografías de manera ilimitada desde cualquier ángulo de las estatuas.
Fuimos los primeros en ingresar al parque. También fuimos los primeros en toparnos con un enojoso e increíble caso de ineficiencia, o de estupidez, o de ambos: el parque abre a las 7, pero en la caja donde venden las entradas, no es donde venden los folletos explicativos de las ruinas y de las esculturas - estos folletos, los venden en otro sitio, que abre recién ... a las 9, o quizás a las 10, o cuando sea que abra; no hace falta ser ingeniero y no hace falta tener millones de dólares para evitar semejante estupidez, pero así es.
En Copán, tuvimos la oportunidad de comprobar la verdad de un comentario que Božka hizo algunos días atrás, a saber que esculturas antiguas son mucho más interesantes que restos arquitecturales antiguos porque, mientras los restos arquitecturales son siempre, o casi siempre, reconstruidos, o por lo menos no se sabe exactamente hasta qué punto fueron reconstruidos o no, de las estatuas se sabe que es así como están que fueron esculpidas, y son mucho más cerca de su estado original que las ruinas arquitecturales.
En Copán, los restos de arquitectura son interesantes; pero las esculturas, no solamente son, visualmente, muy interesantes sino que, en su simbología, son fascinantes.
Copán se puede recorrer visualmente, o sea sin la simbología, en un par de horas; pero con la simbología, aun superficialmente, en Copán se puede pasar >>>>>>>>