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habláramos de aumento de precio porque, con cualquier precio que se pague, el servicio nunca se mejoraría.

Chiapa de Corzo es una bonanza para los arqueólogos porque se descubrió en esta zona restos que atestiguan una sucesión de ocupaciones, desde la época preclásica temprana, o sea desde quizás 1000 a 2000 años a.C., hasta la invasión española misma.

Por dónde se mire en Chiapa de Corzo, hay ruinas, o por lo menos restos de ruinas, y hay túmulos todavía sin excavar, y todo dejado sin cuidado.

/\  A una orilla de la carretera que sirve de calle principal al pueblo, vimos una plataforma que probablemente alguna vez sirvió de base a otras estructuras, y dentro de la cual se encontró una cámara funeraria con las habituales ofrendas; pero sin la menor aclaración - como podría hacerse por medio de un cartel - en cuanto a la fecha y a la cultura de este vestigio; seguramente que en Vespuccia o en Canadá habría una explicación ilustrada sobre el tema - aunque fuese con errores de ortografía y de conceptos.

/\ Vimos otras ruinas, mucho más importantes que esta última, en extensión, en complejidad de construcción, porque no son simplemente los restos de una plataforma sino los restos de todo un conjunto de cámaras que puede haber sido algún templo; pero las encontramos al final de una tercera calle de tierra, transitable con mucha dificultad; cubiertas de vegetación - y detrás de dos cebúes que no sabían si dejarnos pasar o no.

  También, nos enteramos de la amargura de la dueña del predio porque, por una parte, ella no puede cultivarlo porque las autoridades le indicaron que tendrían interés en hacerse cargo de las ruinas, pero, por otra parte, las autoridades nunca se deciden a llegar a un acuerdo final con ella.

/\ Y vimos muchos túmulos, ni protegidos ni privilegiados sino parte integral de la vida diaria; un túmulo está bisecado por un cerco, y una de sus mitades tiene una plantación de árboles; otro túmulo simplemente lleva una vivienda; y así no más. Cuando nos extrañamos ante tal abandono, tal entrelazamiento de lo arqueológico y de lo presente en perjuicio de la arqueología, el empleado del museo local nos dijo "Y, qué le va a hacer, así de lindo es México".

Ahora que un segundo, y más ecuánime, pensamiento sobre este tema no corrobora la primera impulsiva impresión.

Cuántas edificaciones, por millares, de siglos y milenios idos, que, hoy, podrían haber sido restos arqueológicos, fueron arrasadas para dar paso a nuevas edificaciones; las que, a su vez, podrían haber quedado como restos arqueológicos pero fueron, a su vez, arrasadas para dar paso a nuevas edificaciones, las que, etc. hasta que, hoy, tenemos edificios modernos donde podríamos tener reliquias arqueológicas.