Pasamos del estado de Guerrero al estado de Oaxaca - una x que se pronuncia j; Oajaca.
Nos enfrentamos con la desconocida sensación de una topografía casi llana y de una carretera recta hasta el infinito.
Ah, pero, momentito; el infinito está resultando ser muy finito - otra vez, curvas, otra vez, cuestas arriba y cuestas abajo.
Estamos viajando por tierras de los Zapotecas y de los Mixtecas. Hasta el paragolpe de un camión nos hizo acordar de esto; rezaba: El Rey Mixteca.
Los Zapotecas, originalmente, se encontraban al sureste de los Mixtecas, pero hubo refriegas entre Zapotecas y Mixtecas, y tierras originalmente zapotecas eventualmente se volvieron mixtecas. Inclusive, ambas naciones tuvieron en sucesión su centro principal en el mismo sitio: Monte Albán, pero eso, lo veremos en más detalle a nuestro regreso hacia el norte; cuanto menos arqueología toquemos ahora y cuanto más dejemos para una vista global a nuestro regreso de América del Sur, tanto mejor.
A la sombra, no hace demasiado calor, solamente unos 34 grados, pero el Sol hierve; cuando una mujer lleva un niño en brazos, la mujer y el niño comparten una misma manta para proteger sus cabezas. Vimos una colonia de buitres en la inhabitual situación de estar sentados en el suelo a la sombra de un árbol.
Otra revisación militar, la segunda hoy, la tercera desde ayer. Felizmente, hasta ahora, todas, en el mismo estilo amable. Ojalá sigan siempre así; pero no nos animamos a esperarlo con demasiada convicción.
La toponimia siempre mantiene viva la presencia de los dueños originales de estas tierras; nombres como Cuajinicuilapa, o como Huaxpaltepec - hay muchos nombres con esta misma terminación: Tututepec, Jamiltepec, y nuestra meta es Tehuantepec.
Habría oportunidades, de vez en cuando, de tomar fotografías que, en los lugares llamados civilizados de la Tierra, se consideraría exóticas, pero no lo podemos hacer; sería una invasión de la vida particular de esa gente - ¿cómo nos gustaría a nosotros que alguien viniera a meter su nariz y su cámara fotográfica en nuestra casa y a tratarnos así como animales en un zoológico? Así que, a pesar de las oportunidades y de las tentaciones, muchas veces seguimos adelante con un recuerdo en la mente solamente, pero respetando a la gente que encontramos.
La misma dificultad la tuvimos en las iglesias que visitamos; son estas iglesias de México, con toda evidencia, lugares de culto, de recogimiento, de >>>>>>>>