California, nos había dado el consejo de preferentemente ni parar a lo largo de la carretera, de ciertamente no pernoctar al borde de la carretera, siendo de rigor pernoctar en un lugar fuera de vista de la carretera después de haber obliterado las huellas para que nadie pudiera sospechar nuestra presencia; y, si posible, un arma de fuego sería todavía mejor. Por lo que vemos, el que pudo sobrevivir Nueva York puede sobrevivir diez mil veces Baja California.
Tiene que haberse terminado el agua fósil porque empezó otra vez la aridez.
Estamos a unos sesenta kilómetros de La Paz, pero desde Villa Insurgentes y Ciudad Constitución, ya no es lo mismo. En Insurgentes, aparecieron grandes transformadores; en Constitución, aparecieron policías; y desde entonces, la carretera se va trenzando sin cesar con dos líneas de alto voltaje. Lo mismo que en el Artico, es suficiente para matar el encanto.
Desde una distancia de unos 25 kilómetros, acabamos de ver de repente, en grande perspectiva, la amplia bahía de La Paz. Otra lindísima vista.
En La Paz, nuestra primera y única preocupación era averiguar la salida de los transbordadores desde la península de Baja California al estado de Sinaloa, en el continente. Parece que no se puede tener contacto administrativo una sola vez sin alguna amargura, algún contratiempo, alguna estupidez.
En la oficina de transbordadores, nos informaron que la próxima salida a Mazatlán, destino que menos nos interesaba, sería dentro de seis días; bien; que las dos únicas salidas semanales al destino que más nos interesaría serían dentro de dos y tres días, el domingo y el lunes; perfecto - porque justamente queríamos tener un día o dos de margen para dar una vuelta por la punta más meridional de la península; y nos informaron que, mientras que, para Mazatlán, había habitualmente problema para conseguir pasaje, para Topolobambo, había poca demanda y, por lo tanto, no había problemas; muy bien, perfecto.
Quisimos hacer reservaciones para el vehículo y para nosotros.
- Ah, que no, que las reservaciones se hacen solamente de mañana, sí, aquí >>mismo, en esta oficina, sí, nosotros mismos las hacemos, pero de mañana; de >>tarde, damos solamente informaciones;
- muy bien, así que mañana por la mañana, y al hacer las reservaciones también >>le pagamos, ¿no cierto?;
- no, no pagan, para pagar, hay que presentarse en el puerto el día del viaje >>entre las 14 y las 17 para una salida a las 20 horas;
- así que hay que venir aquí para hacer la reservación, y luego ir al puerto, >>una primera vez, para pagar y, luego al puerto una segunda vez, para >>embarcar, tres operaciones para una travesía;
- sí, señor, así es.