Fue todo ello una emocionante ventana a tiempos pretéritos y sobre la vida de los misionarios, a los que no se puede negar que tenían determinación.
Otra cosa que aprendimos en el museo es la utilización doble de una comida. Los paraborígenes antes de la invasión europea estaban tan desamparados y cortos de comida que, cuando comían la pitahaya, luego, de sus propios excrementos resultantes, sacaban las semillas no digeridas y las tostaban, para luego reducirlas a una harina que guardaban para los meses más flacos.
Ah, pero qué curioso caso de numerología.
1697, fundación de la misión;
1769, naufragio de la campana;
1976, recuperación de la campana en el fondo del mar.
Las mismas cifras, pero dadas vuelta de otra manera cada vez. ¿Qué diría un adepto de estas cosas?
Aquí, en Loreto, estamos pues, no sorprendentemente, en el poblado europeo más viejo de la costa occidental de todo el norte de América, y en la primera capital de California desde el cabo sur, cabo San Lucas, hasta Oregon.
Si no lloviese, viajaríamos ahora quizás una hora antes de parar para la noche, pero con la lluvia, todo está embarrado, lo que reduce de 90/oo las posibilidades de un sitio para estacionar, así que no queremos tomar el riesgo y nos vamos a quedar en el primer lugar accesible.
Ah, suerte. Aquí, prácticamente a la salida del pueblo. Por lo tanto, queda un poco de tiempo para algunas anotaciones sueltas.
║ Probablemente hay menos basuras desparramadas que en el norte, pero todavía muy demasiado. Y los grafiti también cubren demasiados lugares. Parece que alguien se está preocupando de que los arqueólogos del año 3000 tengan para estudiar petroglifos y basurales arqueológicos de nuestra civilización.
║ También parece que Baja California está almacenando para cualquier eventualidad una tremenda cantidad de hierro viejo, en la forma de una increíble cantidad de carrocerías de coches, perfectamente peladas de lo que no sea carrocería, ya sea en acumulaciones o en unidades sueltas, en los sitios más inverosímiles del desierto; y todas, volcadas con el techo hacia abajo. Es un misterio que todavía no entendemos.
║ Volviendo en pensamiento a un aspecto muy práctico del museo de la misión, hay que decir que una cosa que falta enojosamente en Baja California - y veremos cómo será en la parte principal de México - es la disponibilidad de baños públicos, como los hay, numerosos, accesibles, limpios, en toda Vespuccia y todo Canadá. Por lo que vimos hasta ahora, baños públicos casi no >>>>>>>>