español english français česky

Pero, para nosotros, el interés de Guerrero Negro es que, en los varios senos de la zona, especialmente en la laguna marina Ojo de Liebre y en el estero de San José, desde fines de diciembre - y hoy es el 31 de diciembre - otras fuentes, inclusive, dicen desde fines de noviembre, aparecen ballenas en migración desde Alaska para pasar el invierno aquí, dando a luz cría. Hablando con los lugareños, nos enteramos de que se puede observar ballenas tempranito a la mañana antes de que salgan a la mar para el día, o al atardecer, cuando regresan. Como está justamente por anochecer, nos vamos a apurar a ver si vemos algo.

Ay; después de diez minutos de corrida, nos encontramos con que el camino a la laguna Ojo de Liebre está cortado. Felizmente que hay el otro lugar de observación, del otro lado del pueblo.  Corremos ahora.

Llegamos, vimos - vimos gente tratando de ver ballenas, pero de ballenas, nada. Parece que, esta mañana, se vio dos o tres, pero parece que, este año, están atrasadas en su llegada.

De todos modos, es éste un lugar muy tranquilo, en un muelle abandonado, en la punta de una calzada de unos doce kilómetros dentro del seno, con una vista perfecta del agua tranquila reflejando el poniente enrojecido; vamos a pasar la noche aquí; quizás mañana por la mañana veremos algo.

Ya dentro del coche para la noche, estábamos mirando los varios mapas de Baja California, a ver qué ya habíamos hecho, y qué faltaba por hacer, cuando nos quedamos hipnotizados por cuatro palabras: Cueva de San Borjita; pero no cerca de la misión de San Borja sino en un lugar totalmente diferente mucho más al sur de donde estamos ahora - lo que coincide con el dato de aquellos dos arqueólogos aficionados; bueno, no hay ninguna prueba de que esta cueva de San Borjita sea la que buscamos, pero es increíble que no la hayamos visto antes en el mapa; y, por lo menos, tenemos una razón de tener esperanza.

Recién salimos un rato antes de dormir. El cielo está pesado de estrellas; se escucha, en la distancia, el incesante olaje del mar más allá de la tranquilidad de la laguna; qué tranquilidad; lo curioso es que, allá en el norte, cuando ni sabíamos que la vía láctea se divide en Y, lo vimos claramente repetidas veces, pero que, aquí, recién, como ayer, como anteayer, tratando de detectar dónde la galaxia se divide en Y, no lo pudimos ver de ninguna manera.

. .
*

Esta mañana, amanecimos todavía de noche, y con niebla; circunstancia muy poco propicia para observar ballenas; así que empezamos con quehaceres domésticos.