y sus operaciones, y es en dicha sala que se recibe las impresionantes cantidades de impresionantes descubrimientos de los vehículos espaciales. Las comunicaciones se hacen por medio del idioma binario de las procesadoras, cada código binario se transforma en una señal radial para su transmisión y luego está reconvertido en su forma binaria; en este momento, esta sala de comunicaciones está en contacto radial con:
- un laboratorio que está viajando hacia los límites del sistema solar, en >>dirección al espacio interstelar;
- un laboratorio que se está dirigiendo hacia los planetas Urano y Neptuno;
- un laboratorio asentado en la superficie de Marte;
- cuatro laboratorios explorando el espacio interplanetario;
- dos estudios solares - un proyecto alemán-vespucciano;
- un satélite que estudia la capa de 50 a 80 kilómetros de espesor de ozono >>que nos protege contra los rayos dañinos del Sol pero que parece que está >>disminuyendo.
Es también en esta sala de comunicaciones que, por medio de interferómetros, se detecta los movimientos de las placas tectónicas de la Tierra, utilizando, increíblemente, como puntos de referencia, radiogalaxias y quasares.
Esta sala de comunicaciones está en contacto permanente con todos esos vehículos espaciales gracias a una red de tres complejos de pantallas parabólicas colocados más o menos equidistantemente alrededor de la Tierra, o sea a 120 grados uno de los otros, en Alta California, en España, en Australia, cada complejo, con tres pantallas; de 64 metros, 34 metros y 26 metros de diámetros.
/\ También aprendimos los propósitos, y los resultados obtenidos hasta ahora, de la misión todavía en curso de los dos laboratorios Voyager, la unidad experimental de los cuales nos interesó tanto.
—> La historia misma de los propósitos de esta misión es toda una odisea en varios capítulos con sombrios momentos y brillante desenlace.
> Resulta que los planetas Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno iban a encontrarse en una alineación tal que permitiría que un solo laboratorio espacial pudiera visitarlos todos en un solo vuelo, una oportunidad extraordinaria para la ciencia, y literalmente única para los científicos personalmente, porque tal alineación ocurriría nuevamente solamente dentro de 175 años.
Además, una alineación extraordinaria también, por ahorrar el esfuerzo y la energía que haría falta para alcanzar cada uno de esos planetas por separado directamente desde Tierra, y por brindar más bien la posibilidad, de gastar >>>>>>>>