tres pisos. En realidad, se trata de doce prensas sincronizadas, cada una produciendo, de una tirada, según las necesidades, de ocho a veinticuatro páginas ; convergiendo la producción de cada prensa a un punto común donde todo está doblado, juntado, para formar estos monstruos que no pueden interesar a cada lector individual sino fraccionalmente; o, si no, lo esclavizan por completo.
[] Cada prensa está alimentada por un rollo de papel, parte de un sistema de tres rollos, de manera que, cuando un rollo se termina, el segundo rollo empieza a funcionar automáticamente y el tercer rollo está siendo reemplazado por operarios, de manera que las prensas corren vertiginosamente sin parar, tragándose rollo tras rollo.
[] Todo el edificio es un laberinto de tamaño y complejidad impresionantes; hasta hay una cocina grande y lujosa donde se toman la pena de primero probar todas las recetas antes de publicarlas en su sección culinaria; y muchas recetas nunca llegan a publicarse, simplemente porque no sirven - pero, naturalmente, de todo, aun de lo que no sirve, se toma primero una fotografía, aun que luego nunca se publique la receta, porque ¿cómo se podría tomar luego una fotografía de una torta ya comida y aprobada?; hay que sacar el retrato aun antes de saber el mérito gastronómico.
Con todo, ciertamente tuvimos visitas más entusiasmantes.
Hablando de diarios, hoy, vimos titulares que reflejan - como por milagro - lo mencionado ayer respecto al nivel, o mejor dicho falta de nivel, de la instrucción escolar en este país. Decían los titulares que las escuelas de este país no necesitan más dinero sino más disciplina y trabajo; así lo dijo el propio presidente vespucciano.
Antes de terminar hoy, hay que mencionar otra vez la tremenda contaminación que oprime esta ciudad; estar aquí de paso es algo que hay que pensar dos veces, pero vivir aquí es una inconsciencia bestial o un deseo de suicidio lento.
Esta tardecita, las emisoras radiofónicas seguían con sus boletines de cada día relatando los accidentes, y por lo tanto los atrasos, en la red de autopistas.
En cuanto a nosotros, como el transbordador aterrizó hoy, con atraso pero sin inconveniente, mañana tendremos nuestra visita del Jet Propulsion Laboratory de la NASA.
Vamos a pasar la noche en una calle de Hollywood no más, cerca del motel donde pasamos las dos semanas.
Parte de un mural en Wilcox & Hollywood Boulevard
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