pero de qué sirve una mansión lujosa impresionante si el aire es irrespirable: los días sin viento y sin lluvia, la contaminación empieza a apretar.
>< Y con tantos suburbios, ni siquiera hay una ciudad que haga de centro; lo que más se aproxima a un centro es que uno de los suburbios tiene un núcleo de rascanubes cuyo efecto más evidente es que sirve de penoso contaminómetro.
>< Con tales distancias y con casi todos los edificios en planta baja, todo está tremendamente alejado de todo; por ello, las ininterrumpidas olas de miles y miles de coches.
>< Si bien viajar en coche no es un lujo sino una necesidad, el automovilista está castigado por la falta de estacionamiento público y el altísimo precio del estacionamiento particular.
>< Los accidentes de tránsito están tanto a la orden del día e interrumpen tanto el tráfico que, cada mañana y cada tarde, regularmente, las estaciones de radio van dando noticias de qué accidente ocurrió dónde con el consiguiente estancamiento de tráfico.
>< La contaminación, habitualmente para enrojecer los ojos, hoy, no es excesiva, quizás gracias al viento, a la lluvia frecuente, y a la temperatura relativamente baja para esta zona. Incidentalmente, en este momento, Wyoming, Nebraska y muchas otras partes donde estuvimos, no hace tanto, están castigadas por grandes tormentas de nieve. ¿Qué tal será en Inuvik, Tuktoyaktuk, Resolute, el islote Hans?
Acá, en Los Angeles, por lo menos una estación de radio ya no sabe qué hacer para atraer la atención: sus grandes carteles publicitarios callejeros están todos invertidos a propósito; hay que pararse en la cabeza para leerlos.
El cartel al revés
Naturalmente, Los Angeles es la capital de los estudios de televisión y de cinematografía; todos, y cada uno de ellos, parecen - no que parecen, son - verdaderas fortalezas herméticamente enclaustradas por paredes con un solo puesto de entrada, protegido por una verdadera guarnición paramilitar; no muy atractivo, más bien bastante repelente.
En Los Angeles, se terminaron las llamadas telefónicas desde teléfonos públicos, que se pueda pagar después de la llamada; aquí, aun en el motel, para hacer una llamada, hay que depositar una suma diez o veinte veces más alta que el precio de una llamada común antes siquiera de hacer la llamada.
En estos quince días, el renglón de la próxima siguió empeorando.
* Los Vespuccianos siguen emplazando sus cohetes en Europa a pesar de grandes manifestaciones adversas populares, y de divisiones dentro de los gobiernos; >>>>>>>>