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Esta mañana tempranito, estamos disfrutando las delicias de las autopistas losangelinas, a la eficiente velocidad de unos 25 kilómetros por hora. Hay miles de coches; la mayoría, con una sola persona adentro. Qué locura. Por lo menos, hay un viento fuerte que despeja la contaminación.

Finalmente, nos encontramos un motel según nuestros requerimientos - poder escribir a máquima y poder cocinar - y estamos instalados.

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Desde la última anotación, pasaron lo que, en el calendario común, se llamaría dos semanas pero que, para nosotros, fue una corrida infernal de un pedazo. No hay palabra que pueda, expresar, ilustrar, el estar sentado en la máquina de escribir de las 5:30 ó 6 de la mañana hasta las 11 de la noche; a veces, sin ni una interrupción en todo el día para un poco de variedad; a veces, con unas interrupciones solamente para correr apuradamente a un lado u otro; o para ir revisando, reajustando, recondicionando, todos nuestros pertrechos. Pero, por lo menos, tenemos la satisfacción de haber tenido suerte de lograrlo todo. Por más increíble que suene a nuestros propios oídos, estamos al día. Bueno - más o menos al día.

Antes de emprender el largo camino hacia Tierra del Fuego, tenemos todavía que hacer revisar nuestro vehículo de punta a punta, tenemos que comprar cuatro cubiertas nuevas, y tendremos que hacer las visitas que nos esperan en Los Angeles; pero, para todo ello, ya no necesitamos la comodidad de una mesa con luz las casi 24 horas del día y de la noche.

\LA/  En cuanto a Los Angeles, por lo que vimos durante nuestras apuradas dis-
      paradas, Los Angeles se  puede llamar de una sola manera: una monstruosa
monstruosidad.

><  Es un conglomerado de suburbios-sin-urbe inmensos y amorfos lado a lado, y, sin embargo, herméticamente compartimentados en la vida práctica.

>< Así, por ejemplo, no hay una guía telefónica común; para encontrar algo, hace falta una docena o más de guías.

>< Entre la multitud de suburbios, los hay de todos los tipos: humildes, de clase media, y de mansiones lujosas impresionantes;