pagaba impuesto sobre los vinos por el criterio de volumen despachado, así que los vinateros decidieron reducir sus impuestos reduciendo el volumen de sus vinos, destilándolos; así se tropezó con el brandy.

|| Hablando de tiempos idos, se solía dejar madurar el sherry durante un año y medio en barriles de madera al calorcito del Sol; ahora, en esta empresa, lo maduran en tanques de metal en tres meses manteniéndolo, todo ese tiempo, a 38 grados centígrados.

|| Finalmente, los vinos livianos, o sea con poco alcohol, se pasteurizan para matar las bacterias.

|| Un problema que este establecimiento no tiene y que otro establecimiento vitivinario, más al sur de acá, en Almadén, tiene, es el siguiente. El establecimiento en Almadén está tan exactamente sobre la fractura San Andreas que uno de sus edificios fue desgarrado en dos pedazos; un pedazo, en la placa tectónica continental, y uno, en la placa tectónica pacífica deslizándose hacia el noroeste.

Y es aquí, a 100 metros del portón de esta fábrica de vinos, que estamos estacionados para la noche, después de un día abrumador.

Basta, basta para hoy. Otra vez, un sesquidía si no dos días en uno.

. .
*
▪

Esta mañana, nos estamos dirigiendo un poco tierra adentro, hacia unas serranías, porque en las serranías hay viento y este viento nos interesa, o mejor dicho, la utilización de este viento.

Es esta zona, agraria, pero sin ninguna especialidad en particular; un poco de todo; inclusive, acabamos de ver un criadero de ponedoras con un gran cartel: Granja de Huevos Certificados.  Nunca escuchamos nada de huevos certificados; pero como existe leche certificada cuando se vende sin pasteurizar para consumo, de curiosidad nos paramos para investigar. Lo que descubrimos es otra tergiversación mercantil para engañar al público incauto.

Resulta que los huevos de este criadero no son nada más que los huevos de cualquier otro criadero, y las palabras "Granja de Huevos Certificados" son solamente el nombre del criadero, sin ningún valor en cuanto a la calidad de los huevos. Y no es éste un caso único. Ya vimos productos, por ejemplo, de Holanda, pero, averiguando las cosas mejor, no de Holanda, el país de Europa, sino Holanda, un pueblo por aquí no más en Vespuccia.

Llegamos a las sierras y al paso Pacheco.