♦  Por otra parte, este El Dorado es el punto más cercano para alcanzar Churún Merú por avioneta; que es una de las dos maneras, siendo la otra, en canoa por el río. Pero, según ya dicho, el Churún Merú parece sólo como una gran canilla colocada a gran altura, con un simple hilo de agua, de manera que una maximarca estadística no es suficiente para encender el interés.

Alcanzamos otro puesto policial militar de fiscalización de todo tráfico, con solemne anotación de todos los datos pertinentes y hasta impertinentes, con, a veces, inspección del contenido de los vehículos; si bien a nosotros, después de la frontera, ya no nos inspeccionaron. Es ya el cuarto desde que cruzamos la frontera, sin contar los de la frontera. Veremos si este atropello subdesarrollado sigue en las partes más centrales del país.

Falta todavía dos horas para el anochecer, pero, siendo que este puesto es campestre y no urbano, será más agradable quedarnos ya aquí para la noche.

Estamos a unos 70 kilómetros antes de El Callao. Por lo visto, El Callao del Perú no es el único, y el Perú del Perú no es el único: hay un pueblo El Perú cerca de este El Callao.

. .
*
▪

Hoy, se terminaron las vacaciones.

La topografía, se supone ondulada por el comportamiento de la carretera pero mayormente no se la ve por la vegetación.

Y la vegetación, por colmo, es indudablemente inatractiva.

El asfalto, como previsto en base a nuestras experiencias anteriores, se está poniendo peor, con muchas trampas imprevisibles, más peligrosas para la integridad del coche que todos los caminos de tierra juntos, con la agravante de que, con el aumento de tráfico, es peligroso esquivar los escollos con maniobras de último momento; y a veces, por dicha razón, no se puede esquivarlos.

El tráfico, aumentó pero no así el ancho de la carretera.

Manejar se volvió, pues, un jueguito doble: evitar escollos y, a la vez, enhebrar un hilo por el ojo de una aguja cada vez que se cruza un vehículo, una situación más aleatoria y más peligrosa que en aquellos caminos de tierra donde, con sólo paciencia de yogui, se podía superar en seguridad cualquier dificultad.

El transporte automotor, por aquí, tiene una modalidad nunca vista hasta ahora. Es curioso cómo algunas regiones se inventan alguna modalidad que, en cualquier otra parte, es desconocida.  En este caso, un apreciable porcentaje >>>>>>>>