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resultado de que San Francisco se encuentra, tectónicamente, en la placa del continente, y de que Los Angeles y la península de Baja California se encuentran, tectónicamente, en la placa del océano.

Se puede, y debe, agregar que esta fractura, si bien la más famosa, no es la única; es solamente parte de toda una red de fracturas llegando a, quizás sobrepasando, unos 1.600 kilómetros de longitud total - y con cada fractura bien definida y con su nombre propio, como ser fractura San Gabriel, fractura Sierra Madre y otras, incluyendo la apropiadamente nombrada fractura Calavera.

Es esta fractura San Andreas principalmente que causó los grandes terremotos en el pasado y con toda seguridad causará grandes terremotos en el futuro, castigando una de las más densamente pobladas regiones de la Tierra.

Vimos el ancho, de aproximadamente dos kilómetros, ocupado por la fractura, con una loma medianera longitudinal. Parece que al correr de las eternidades geológicas, esta zona de enfrentamiento entre las dos placas tectónicas, a veces, avanza, lateralmente, lo que no sería tan extraño, pero también, a veces, retrocede, lo que es más curioso, hasta de varios kilómetros a ambos lados de su trazado presente.

Vimos el último vestigio visible del gran reajuste de 1906 de esta fractura, el reajuste que causó la famosa destrucción de San Francisco: un vallado de madera que, antes de aquel terremoto, corría todo en una sola línea, y después del terremoto, se encontró dividido en dos porciones paralelas a varios metros lateralmente una de la otra.



Lo que puede un terremoto

Pasando a otro tema, también nos cruzamos, no solamente con las huellas de exploradores españoles que progresivamente iban recorriendo la costa pacífica hasta llegar a Alaska, sino también con las huellas, por lo menos así se dice, del pirata Drake.

Se dice que en 1956, en la bahía formada por la punta Reyes, se descubrió una placa de metal aparentemente dejada en 1579 por el pirata Drake mismo, en oportunidad de sus seis semanas de escala en la bahía para carenar sus naves en el medio de su imprevista furtiva circunnavegación del globo para escapar a los Españoles después de haber saqueado, ahora no nos acordamos si Lima o Panamá.

También se dice, lo que, en tales circunstancias, no sería sorprendente, que, en esa oportunidad, Drake nombró toda esta costa Nueva Albión y la reivindicó en nombre de la reina Elizabeth/Isabel de Inglaterra.

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