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En conjunto, un deleite para devotos de pesquisas escurridizas; y un dolor de cabeza - aun cuando, a veces, divertido - para simples observadores como nosotros, tratando de seguir las argumentaciones a favor o en contra de tal o cual conclusión.

Nos vamos a desviar por camino local a Tickle Cove, a ver si, hablando con la gente del lugar, conseguimos quizás algunos datos.

Tickle Cove.

Laguna plácida - que se sabe, pero no se ve, que comunica con el fiordo-bahía y, por su intermedio, más allá, con el mar. Vegetación mucha y variada, desde herbáceas a árboles en la distancia. ¿Así que por aquí habrán andado Leif Eriksson y sus compañeros de embarcación? Si ellos vieron, hace mil años, lo que vemos nosotros, no es de extrañarse que les haya parecido tierra prometida, después de lo áspero, de lo rudo, de Groenlandia. ¿Habrá cambiado el contorno del agua, habrá cambiado la vegetación, en estos mil años?

Lamentablemente para nuestro propósito, también nos encontramos con que es un lugar totalmente despoblado. Los pueblos más cercanos son Chance Cove, a unos diez kilómetros por la costa a la izquierda, y Belleview, a unos siete kilómetros por la costa a la derecha.

Vamos a ir a ambos, a ver si conseguimos algo.  ¿Cuál primero?

Chance Cove. Hablamos con gente en la municipalidad y también con pobladores de la zona; y, si bien conocen la historia de la posibilidad del debarque/desembarco vikingo - porque, según ellos, hubo investigaciones al respecto por parte de universidades, ellos personalmente no pudieron darnos información alguna.

Concurrentemente con su propósito vikingo, este viajecito a Chance Cove resultó sumamente interesante porque el paisaje es sumamente pintoresco - lo que, en realidad, estuvimos diciendo de toda Terra Nova - pero, en este caso, en un contexto diferente porque el camino, aquí, se podría llamar camino prehistórico, que justamente muestra al viajero todo lo que la carretera trans-Canadá no muestra, o sea todas las dificultades del terreno, todas las cuestas y pendientes, subiendo y bajando, y todas las vueltas que el terreno virgen impone; un camino prehistórico que le hace sentirse al viajero mucho más cerca de la realidad de la creación. Así que, si bien no conseguimos información en este pueblo referente a los Vikingos, tuvimos un memorable cuadro vivo y tridimensional de bajadas y subidas, de mar y sierras, de casitas y barcos de pesca, y de pescadores.



En Chance Cove

Ahora, a Belleview, a ver qué pasa.

Aquí, en Belleview, también Bellevue según vemos, acaban de decirnos lo mismo que ya escuchamos en Chance Cove.