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El día de hoy fue una tal sucesión ininterrumpida de acontecimientos, que ya estamos parados otra vez para la noche y no tuvimos la oportunidad en todo el día de anotar ni siquiera parte de lo acontecido. Vamos a ver si vamos a tener la fuerza de hacerlo todo esta noche y si nos vamos a acordar de todo.

Nuestra primera parada, esta mañana, fue en el famosísimo, por lo menos famosísimo en este país, grupo escultórico del Mount Rushmore.



Naturaleza plus mano de hombre

Dicha obra es un bajorrelieve, a escala gigantesca, de las cabezas de cuatro presidentes de este país. Miden 8 metros, cada nariz tiene 6 metros de largo, los ojos miden 3,3 metros horizontales, en otras palabras, corresponden a hombres de 140 metros de altura. Están esculpidas en la roca viva de un acantilado en una de las más lindas partes de las Lomas Negras, para - según reza con mucha fanfarria y muchas palabras la propaganda - la glorificación de "América" y de los "Americanos", entiéndase Vespuccia y los Vespuccianos.

Todo cuanto sugiere varias clases de comentarios.

Si se tiene presente que las Lomas Negras eran, y son, una zona sagrada para los paraborígenes; que les fue garantizada, aun en el medio de todos los demás atropellos de que eran víctimas; y que les fue arrebatida por una causa tan vulgar como es la presencia de oro, en violación de dicho tratado; entonces, no se puede evitar el sentimiento de que la elección de justamente esta zona sagrada paraborigen, y de uno de sus lugares más atractivos, para profanarla con símbolos de opresión extranjera, es otro agravio sin consideración al sentir de los paraborígenes.

Por otra parte, es interesante saber cómo se esculpe - si es que es ésta la palabra adecuada - una obra de semejantes medidas.

> Se despeja la capa superficial de granito que podría estar debilitada por la erosión.

> Alcanzado el granito firme, se toma un punto de referencia de partida como podría ser la punta de la nariz.

> Se va eliminando el granito en la dirección general de la forma de la cabeza por medio de explosiones de dinamita, tomando medidas aproximadas basadas en modelos a escala reducida, hasta obtener la forma general de la cabeza dentro de unas decenas de centímetros de la superficie final de la escultura.

> Se refina la forma de la escultura por medio de martillos neumáticos hasta llegar dentro de una distancia de siete a diez centímetros de la superficie final.

> La capa final de granito que hay que sacar se perfora sistemáticamente con agujeros medidos, a siete u ocho centímetros unos de los otros y cada uno con la profundidad exacta requerida.